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El congresista más «hot»

La exitosa carrera política de Anthony Weiner podría llegar a su fin por mantener «cibersexo»

La esposa del congresista trabaja para la mujer de Bill Clinton
La esposa del congresista trabaja para la mujer de Bill Clintonlarazon

El congresista del noveno distrito de Nueva York, Anthony Weiner, de 46 años, se había forjado una reputación a pulso como gran representante ante los medios de comunicación de los liberales del Congreso en Estados Unidos. Su capacidad para recaudar fondos entre sus votantes, hace un año –cuando consiguió cuatro millones de dólares para su campaña–, le convirtió en un serio contendiente entre los republicanos en la arena política. Su carrera era imparable, e incluso su matrimonio con Huma Abedin, una de las consejeras más cercanas de la secretaria de Estado, Hillary Clinton, parecía feliz. Era el candidato demócrata perfecto para las elecciones a la alcaldía de Nueva York en 2013. Pero todo eso saltó por los aires hace unos días. Ahora se ha convertido en el protagonista de un debate sobre si el «cibersexo» con otras mujeres cuando se está casado se puede considerar adulterio o si mandar fotografías desnudo a votantes viola alguna ley de ética dentro del Congreso.

El ya conocido como «caso Weinergate» nació el pasado 27 de mayo, cuando este congresista demócrata «twiteaba» con sus seguidores y, de repente, les saltó una fotografía de Weiner en ropa interior. En un principio, él pensó que sólo se la había enviado en un mensaje privado a una joven estudiante de Washington. Meagan Broussard era la destinataria. Su relación comenzó cuando ella lo comentó en la red social Hotttt en referencia al político, y él no tardó en contestarle con una fotografía demasiado íntima para lo que ella esperaba.

Uno de sus seguidores, al interceptar la imagen, la mandó a otras personas en la red, y así llegó al bloguero conservador Andrew Breitbart. Inmediatamente después, el político de Forest Hills (Queens) explicó que su cuenta de Twitter había sido pirateada, aunque no desmintió en ningún momento que fuera él quien aparecía en paños menores. Así que los periodistas y blogueros persistieron en sus pesquisas. Tenía que haber algo más. Y así era. Durante los últimos días han aparecido todo tipo de imágenes del cuerpo del congresista.


Sin «contacto físico»
Dadas las circunstancias, Weiner se ha visto obligado a entonar el mea culpa. «He fallado a mi mujer, a mi equipo y a mis votantes», se disculpaba durante su encuentro con los periodistas. Además, trató de justificarse diciendo que «las imágenes forman parte de un intercambio de mensajes por internet con mujeres con las que nunca he tenido ningún tipo de contacto físico». Un total de seis eran las destinatarias de esos correos subiditos de tono.

«Mi esposa está muy triste y decepcionada. Pero también me ha dicho que me quiere», asegura el congresista. Tal es la «humillación» a la que se ha visto sometida Huma, que ha tardado bastantes días en salir a la calle. Pero el pasado martes decía basta y volvía a su ritmo habitual de reuniones y esa misma noche emprendió una gira con su jefa por África.
Anthony y Huma se casaron hace menos de un año y la ceremonia fue oficiada por el mismísimo ex presidente de Estados Unidos, Bill Clinton. La felicidad estaba en el aire. De hecho, poco antes de que saltara a la luz el escándalo, Huma le comunicaba a su marido que estaba embarazada. Según aseguró «The New York Times», «está en su primera fase de gestación».

Así que el congresista podría salir de casa y de su partido. Algunos de sus compañeros ya han pedido su dimisión. El ex presidente del Comité Nacional Demócrata y actual candidato a senador por Virginia, Tim Kaine, le recriminó que «mentir es algo imperdonable. Y hacerlo públicamente sobre algo como esto es inadmisible. Debería abandonar su puesto», sentenció. Por su parte, la representante de Pensilvania, Allyson Schwartz, muy influyente en el Comité de la Campaña Demócrata del Congreso, emitió un comunicado en el que expresó que «tener respeto a los votantes es fundamental. A la luz de la ofensa de su comportamiento on-line, Anthony Weiner, tendría que renunciar», declaró. En la Casa Blanca, el portavoz de Barack Obama ha intentado mantenerse al margen del escándalo. «No vamos a realizar ningún comentario al respecto», contestó a un periodista.

En el juego de la política estadounidense es clave obtener el apoyo de la esposa cuando uno de los representantes del Gobierno es protagonista de un tipo de estos escándalos sexuales. Todavía así, Weiner se ha olvidado de que es una figura pública y cualquiera de sus movimientos es objeto del mayor de los escrutinios. Los republicanos, que carecen de líderes con tirón mediático en la actualidad, ya han empezado a sacar el máximo partido al «Weinergate» para presionar a los demócratas, que son vulnerables en las próximas elecciones al Congreso en 2012. Quieren que se devuelvan todas las donaciones de Weiner.

Este escándalo ha ocurrido en un mal momento. Sobre todo cuando el Partido Demócrata y Barack Obama ha ncedido en las encuestas a consecuencia de su incapacidad para dar la vuelta a la mala marcha de la economía en Estados Unidos. En contra de este demócrata también hay figuras dentro de su propia agrupación a los que no ha gustado que criticase a Obama «por mostrar falta de liderazgo durante la batalla contra los conservadores por sacar adelante la reforma sanitaria». Weiner siempre ha sido conocido por su lengua afilada y por exprimir al máximo a los miembros de su equipo, a los que no duda en llamar por teléfono y mandar correos electrónicos de forma constante a todas horas del día. Y parece que algunos se han limitado a esperar que cometiese algún fallo. Y este escándalo tiene todos los ingredientes para terminar con la carrera política del congresista, al menos de momento, ya que en la política estadounidense nada es eterno.


Las «mujeres» de Weiner
- Meagan, la madre soltera
Es una de las 6 mujeres que intercambió mensajes «inapropiados» y fotos con Weiner. Meagan Broussard, una madre soltera de 26 años y estudiante, sirvió en el ejército. Su relación con el congresista comenzó cuando ella comentó «hottt» en su página de Facebook. Él le correspondió con una fotografía en calzoncillos.
- Lisa, la repartidora de «blackjack»
Lisa Weiss, de 40 años, y repartidora de cartas en el Casino Belaggio de Las Vegas, lamentó en televisión haber filirteado con Weiner, e incluso envió una carta de disculpa a la esposa. Según asegura, esta historia «está arruinando mi vida». Ha tenido que dejar de trabajar ante el acoso de la Prensa.


La sombra de Hillary
ICONO DE ESTILO Y EX DE FAMOSOS

- Poco se conoce de la esposa de Anthony Weiner, Huma Abedin, de 34 años, ayudante de la secretaria de Estado Hillary Clinton, y sufrida esposa del congresista. Nació en Kalamazoo (Michigan) en el seno de una familia muy tradicional. De padre indio y madre paquistaní, A los dos años se trasladó a Arabia Saudí, donde el cabeza de familia fundó un instituto religioso. Siempre quiso convertirse en la nueva Christiane Amanpour, la famosa periodista en Estados Unidos que recientemente fichó por la cadena ABC tras trabajar años en CNN. Por eso empezó como becaria en la Casa Blanca en 1996. Allí conoció a la entonces primera dama y rápidamente se convirtió en una de las jóvenes estrellas de la Administración.
- En 2008 ya era una de las figuras clave del equipo de Clinton en su lucha con Barack Obama por representar al Partido Demócrata en las presidenciales.
- Sus miras no sólo están en la política. Huma se ha convertido en un símbolo de elegancia y ha sido retratada en «Vogue» y el «The New York Observer». Siempre ha mostrado su devoción por Yves Saint Laurent, Vera Wang y Oscar de la Renta. Y es que le viene de familia, ya que su hermana es Heda Abedin, una conocida estilista de Nueva York.
- Sus amigos la definen como «discreta». Tanto es así, que ninguna cámara pudo captarla nunca con sus famosos ex: el ciclista Lance Amstrong y el actor John Cusak.