La Junta dio más ayuda discrecional a empresas con intrusos en sus ERE

En la mayoría de los casos, las delegaciones no disponen en sus archivos de los documentos que se han emitido por la propia Consejería (normalmente resoluciones y acuerdos)». Se trata, en este caso, de ayudas para empresas en ZAE (zonas de actuación especial), algunas de las cuales se adjudicaron, pese a la falta de datos, a entidades que, posteriormente, fueron «agraciadas» con ERE (expediente de regulación de empleo) incluidas entre las que se han detectado irregularidades, como Delphi, Smurfit Stone y Fundiciones Caetano.

El BOJA expone que «la aplicación de los criterios no es homogénea por ZAE, mientras que en algunas se aplica una puntuación sobre un baremo, en otras cada subcriterio es calculado a partir del resultado obtenido a través de un cociente preestablecido, siendo en ambos casos la ponderación de cada subcriterio diferente». «No se detallan de manera suficiente los criterios y, en cualquier caso, se incluye un apartado de puntuación discrecional que en algunos casos representa más del 46% sobre la puntuación total», continúa. Estos casos, mayoritariamente, coinciden con expedientes de Jaén, de donde procede el «conseguidor» de numerosos ERE, entre ellos el de Mercasevilla, Juan Lanzas, presente junto a su mujer en dos prejubilaciones irregulares. Además, «en determinados expedientes (…) el porcentaje propuesto no se corresponde con el finalmente concedido».

En Sevilla, como concesionarios de las ayudas, aparecen Cobre Las Cruces, Extrusionados del Guadalquivir y Fundiciones Caetano, que, tras la subvención, cambió de titularidad y de ubicación, supuestos considerados como «incidencias». Las ayudas –en el caso de Caetano, de 4'4 millones– tienen como condición «el mantenimiento de las inversiones cinco años». La empresa entró en concurso de acreedores pasado el ejercicio 2004 y así continúa, según el Boletín Oficial del Estado, a 31 de enero de 2011.

En las conclusiones y recomendaciones a las subvenciones, se indicó que «la concentración de las ayudas en empresas de mayor dimensión no parece favorecer el objetivo (...) de apoyo y fomento a las pymes que, por otra parte, no reúnen en su cuantificación y distribución criterios técnicos de objetividad suficiente».

Siguiendo con Fundiciones Caetano, fuentes políticas de Camas indicaron a LA RAZÓN de Sevilla que el entonces delegado de Empleo –y ex alcalde camero– Antonio Rivas, imputado en el «caso Mercasevilla» y dimisionario de la cúpula del PSOE tras descubrirse que algunos intrusos de los ERE pertenecen a su círculo íntimo, intercedió en las ayudas. Caetano realizó una importante inversión, cercana a los 20 millones, pero, como contraprestación, se le adjudicaron ayudas, se recalificaron sus terrenos en Camas –donde se radicaba desde hacía más de medio siglo– para mudarse a Guillena en 2004. Eran tiempos de «favores» mutuos.

Caetano echaba un capote a la Junta con los trabajadores de Boliden, ofreciendo empleo a una veintena. Desde 2008, la entidad arrastraba impagos y paralización de la producción. No hubo problema para aprobar el ERE, con la mediación de Rivas. Aparte, Cajasol le condonó el 50% de su deuda, unos 7,5 millones, a condición de conservar sus 110 puestos de trabajo, para facilitar su venta a Sando, que se frustró y luego se materializó con el grupo vasco Extruperfil en 2010.

En el caso de Fundiciones Caetano, en las alegaciones, se indica que «según el informe de la Cámara de Cuentas se debería emitir resolución de incumplimiento por no ser viable técnica, económica y financieramente». No obstante, el BOJA añade que «la empresa a la fecha de la solicitud cumplía con todos los requisitos» y «realizó y justificó la inversión». Si bien, a fecha de 22 de junio de 2002, el BOJA incluía a Fundiciones Caetano en la «relación de solicitantes cuyas solicitudes están incompletas».