Todo vale contra Sandro Rosell

Todos contra uno y uno contra todos. En la novela de la precampaña electoral del Barça no están los tres mosqueteros, pero sí Joan Laporta, Marc Ingla y Jaume Ferrer. Todos unidos contra un mismo enemigo, que no es el Cardenal Richelieu, sino Sandro Rosell, el gran favorito en las encuestas. La única diferencia es que, hasta que un juez diga lo contrario, en esta historia Richelieu parece llevar la razón.La guerra sucia ha entrado de lleno en la precampaña azulgrana con acusaciones hacia Rosell, que, cansado de que se ponga en duda su honor, ha decidido actuar y hoy presentará una denuncia contra Marc Ingla por haberle acusado de fraude por una causa abierta en Brasil, en lo que considera una pura «manipulación mediática». «El problema de las insinuaciones es que hay alguien que se las termina creyendo. Me acusan y me piden explicaciones, yo creía que el Estado de Derecho era otra cosa», expuso ayer Rosell. «Imagino que será él quien tendrá que explicar todo esto al socio del club», había señalado Ingla sobre la demanda.La historia se remonta al momento en el que el ex director de comunicación del Barcelona, persona afín a la candidatura de Marc Ingla, desveló que una de las empresas de Sandro Rosell estaba implicada en un caso de fraude en Brasil. «Lo he leído en Google», deslizó Ingla.Rosell, muy molesto con el tema, explicó los hechos: «No estoy encausado, ni siquiera he estado nunca en un juzgado. Tengo una empresa en Brasil (Ailanto) que hizo un contrato con el Gobierno de Brasilia y éste cometió una serie de irregularidades y, por lo tanto, me han hecho un requerimiento informativo. ¡Ya está! Aquí se ha acabado. El que ha hecho la irregularidad es el Gobierno de Brasilia, no mi empresa. Y, como es lógico, el fiscal pide información a todas las empresas que han contratado, la mía y mil más».Rosell puso un ejemplo para intentar aclarar el caso. «Es como si en el caso del expolio al Palau de la Música, un pianista ha ido a tocar y después se ha descubierto que Millet ha cometido irregularidades. Los fiscales van a preguntarle al pianista si tocó y cuánto le pagaron», explicó.El precandidato, favorito en todas las encuestas que se han hecho públicas hasta ahora por una amplísima ventaja, está desde hace días en el punto de mira de todos sus rivales, pero especialmente hostil se muestra siempre que tiene la mínima ocasión Joan Laporta. El presidente azulgrana ha iniciado una cruzada personal contra su ex vicepresidente deportivo, al que ataca sin cesar, a pesar de haber prometido neutralidad durante el proceso electoral. «Rosell miente si dice que no está encausado porque la empresa es suya y a mí su proyecto me genera mucha desconfianza», subrayó el todavía presidente barcelonista.