Dinamarca
Los mercados ponen hoy a prueba los 85000 millones inyectados a Irlanda
Tras el rescate de Grecia y el fondo de 750.000 millones de euros, Europa abrió ayer su tercer cortafuegos para proteger al euro, antes la joya de la corona del sueño europeo, y tras la mayor crisis de la historia de la UE el principal quebradero de cabeza de sus líderes
En otra reunión extraordinaria, la enésima desde que los mercados financieros pusieron en la picota a las economías más débiles de la eurozona, los ministros de Finanzas del euro (el Eurogrupo) aprobaron el paquete de rescate para Irlanda, que contará con 85.000 millones para apuntalar sus cuentas públicas durante casi ocho años y sanear su agujereada banca, horadada por los créditos hipotecarios que alimentaron el «milagro celta». Además, los ministros acordaron las bases para el futuro mecanismo permanente de rescate de los socios con problemas, en el que finalmente rompieron el tabú y los inversores privados podrían sufrir también el coste de una reestructuración de la deuda, aunque sólo como último recurso.
A la espera de los mercados
Las decisiones adoptadas «deberían tratar los nervios actuales de los mercados», comentó en la rueda de prensa posterior el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, resumiendo la esperanza del resto de asistentes.
La presión de los inversores, que disparó los intereses que paga Irlanda hasta niveles de récord, empujó al Gobierno de Brian Cowen a solicitar la asistencia internacional, presionado por el resto de sus colegas europeos, ante el temor a un contagio entre el resto de las economías más cuestionadas, sobre todo Portugal y España, que ya registran máximos en las primas de riesgo de sus bonos. A cambio del rescate, los irlandeses se han comprometido a reestructurar su sistema financiero, a cumplir con el ajuste fiscal presentado para los próximos cuatro años, y a la realización de reformas.
Los préstamos de la eurozona se complementarán, además, con reservas de la propia Irlanda, incluido capital de su fondo de pensiones, por valor de 17.500 millones de euros; un préstamo de 22.500 millones de euros del Fondo Monetario Internacional (FMI), además de aportaciones de Gran Bretaña, Dinamarca, y Suecia, que no pertenecen al euro. Aunque los detalles se tendrán que fijar en una próxima reunión del Eurogrupo, Irlanda pagará un tipo de interés que rondará el 6%, según indicó Rehn.
Quiebra controlada
El rescate de Irlanda fue sólo la leña que desató el incendio en los mercados financieros y que ha puesto a la eurozona en llamas durante las últimas semanas. Para salir con una propuesta que calme a los inversores pero que al mismo tiempo incorpore las aspiraciones de la locomotora alemana, los ministros de Finanzas llegaron ayer a una solución de compromiso.
Así, la incorporación del sector privado en una reestructuración de la deuda llegará sólo como «último recurso», según insistió la vicepresidenta segunda del Gobierno, Elena Salgado. «Es muy importante que se haya clarificado», dijo la española, quien se mostró «satisfecha» con el resultado, porque la propuesta de ayer es «mucho más clara, limitada y prudente» que la de Merkel.
Compromiso de la oposición
Tras confirmarse el acuerdo, el primer ministro irlandés, Brian Cowen, aseguró que «sin este apoyo externo, el Estado no habría sido capaz de obtener los fondos necesarios para pagar los servicios públicos esenciales para nuestros ciudadanos y para proporcionar un sistema bancario que funcione para apoyar la actividad económica», matizó. Después de toda la polémica desatada por la noticia de la Radiotelevisión irlandesa –que planteó que el interés por el préstamo podría situarse en el 6,7%- el primer ministro matizó que la media pactada con Bruselas del 5.83% era una cifra mucho más baja que la que ofrecían los mercados internacionales. El Fine Gael y los laboristas, que formarán gobierno de coalición tras las elecciones generales anticipadas, vigilarán el tipo de interés a pagar con lupa.
Claves de la operación
Origen del dinero
Irlanda recibirá 67.500 millones de ayuda extranjera, de los que dos tercios (45.000) los aportará Europa y el otro tercio el FMI, y que se sumarán a los 17.500 de sus reservas. La aportación europea se repartirá a partes iguales entre la Comisión Europea y los miembros de la eurozona, a partir del Fondo de Estabilidad.
Coste para españa
Aportará 2.600 millones en forma de avales, y no de préstamos bilaterales como en el caso del rescate de Grecia de hace seis meses. También contribuirán socios de la UE sin el euro, como Reino Unido (3,844 millones), Suecia (598 millones de euros) y Dinamarca (393 millones de euros).
Condiciones
Las condiciones asociadas al paquete de rescate incluyen la reforma del mercado laboral, el ajuste fiscal y la reestructuración de la banca. Para el ajuste fiscal, que deberá volver a situar el déficit por debajo del límite del 3% del PIB, la Comisión ha dado a Irlanda un año más, hasta 2015.
Interés a pagar
Aunque en un primer momento se especuló que el interés que pagarían los irlandeses sería superior al que pagaron los griegos, no será mucho más elevado y rondará el 6%. El plazo más amplio para devolver el dinero, siete años y medio, había dado alas a esta posibilidad, como reconoció el Gobierno.
Reparto y destino
Los 85.000 millones se repartirán entre 10.000 millones para necesidades urgentes de la banca, otros 25.000 para solucionar a medio plazo los problemas de la reestructuración, y 50.000 para apuntalar la situación fiscal del país durante los próximos siete años, que tendrá los mercados cerrados.
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