Cataluña

Laporta se atrinchera en su escaño y ultima su salto a ERC

Solidaritat sugiere que Laporta planea asaltar la dirección de ERC. El ex presidente del Barça les acusa de desagradecidos.

Laporta tiene la intención de desvincularse del subgrupo parlamentario de Solidaritat
Laporta tiene la intención de desvincularse del subgrupo parlamentario de Solidaritatlarazon

Barcelona- La crisis abierta en Solidaritat Catalana per la Independència (SI) no se saldará con la renuncia de Joan Laporta a su acta de diputado en el Parlament. Al contrario. Laporta piensa aferrarse a su escaño en la Cámara catalana y no se dejará intimidar por las acusaciones de traición que los dirigentes de Solidaritat le están dedicando después de formalizar su intención de concurrir a las elecciones municipales de Barcelona de la mano de ERC y de Reagrupament. El ex presidente del FC Barcelona ya está meditando la posibilidad de desvincularse del subgrupo parlamentario de Solidaritat y permanecer como diputado raso en el grupo mixto. «Más vale solo que mal acompañado», afirmó ayer.
En paralelo a sus cábalas sobre su futuro en el Parlament, Laporta ultima su alianza con ERC de cara a las municipales. Será este lunes cuando se concrete el puesto que ocupará en la lista encabezada por Jordi Portabella, pero se da por supuesto que Esquerra le reservará el número 2. Su lugar no será «ningún inconveniente», aseguró Portabella.
Lo que será más problemático es cerrar las heridas abiertas en el espacio independentista a raíz de la crisis en el seno de Solidaritat. La coalición que encabezó Laporta en las pasadas autonómicas no quiere una alianza de ningún tipo con ERC en las próximas municipales porque piensa que los republicanos no son más que una muleta del PSC. Laporta, por el contrario, es partidario de unirse a Esquerra para ampliar la oferta independentista. Todo ello desembocó el jueves en la ruptura de Laporta con Solidaritat.
Ayer, la herida seguía sangrando. El diputado de SI Uriel Bertran insinuó que Laporta planea un asalto a la dirección de ERC porque el ex presidente del FC Barcelona necesita sentirse el protagonista de todos los proyectos en que se involucra, mientras que la secretaria de movimientos ciudadanos de Solidaritat, la escritora Isabel-Clara Simó, afirmó que tras la maniobra de Laporta se sienten «traicionados».
Los sentimientos son muy distintos para Laporta, que acusó a Solidaritat de haberse «beneficiado de su tirón» para obtener representación en el Parlament. El ex presidente del FC Barcelona se sinceró, con «humildad» –dijo–, y apuntó que el éxito de Solidaritat se debe a su figura «determinante» como cartel electoral.
El salto de Laporta a las listas de ERC y de Reagrupament es un alivio para el presidente de Esquerra, Joan Puigcercós, que, en los últimos tiempos sólo ha acumulado malas noticias. La dirección de ERC confía en que la incorporación de Laporta a sus listas permita a los republicanos mantener el tipo en las elecciones municipales. Puigcercós, en cambio, «no contempla» la posibilidad de que el ex presidente del FC Barcelona intente reemplazarle al frente del partido.

Sin altas en ERC
Sea como fuere, vuelven tiempos convulsos para el movimiento independentista, cuya fractura está muy al descubierto y cuya tendencia electoral es bajista desde hace años. El fichaje de Laporta no supondrá su incorporación al grupo parlamentario de ERC porque Puigcercós no quiere conseguir un diputado «por la puerta de atrás». Laporta, de hecho, tampoco está por la labor y tiene la intención de cabalgar en solitario por los pasillos del Parlament.


El pelotazo del Miniestadi
El candidato del PP a la alcaldía de Barcelona, Alberto Fernández, señaló que el cambio de partido de Joan Laporta, de SI a ERC, se debe a que el ex presidente del Barça «devuelve a ERC el favor del pelotazo del Miniestadi». Fernández recordó que «el Plan Laporta fue aprobado a sólo quince días de las elecciones del Barça» y que «incluso los candidatos a presidente y la candidatura ganadora de Sandro Rosell anunciaron que no estaban a favor de ese proyecto y que lo retirarían». De ahí, el repentino cambio de intereses de Laporta.