Asia

Nueva Delhi

Triple atentado islamista en Bombay

Una cadena de atentados dejó ayer al menos 21 muertos y 113 heridos en Bombay, epicentro financiero y comercial de la India, después de que tres bombas estallaran de forma consecutiva en distintos puntos del centro y el sur de la ciudad más populosa del país.

Según el Ministerio del Interior indio, el primer explosivo, oculto en un paraguas, estalló a las 18:45 hora local en el interior de un bazar muy cercano al célebre templo Mumbadevi. Las siguientes explosiones tuvieron lugar en un intervalo de 20 minutos y se produjeron en un taxi situado en las inmediaciones de una estación de trenes de la zona de Dadar y en el entorno de la Opera House, respectivamente.

La Policía sospecha que el movimiento de los Muyahidines Indios estaría detrás de los ataques, según han señalado fuentes policiales a la cadena india NDTV. Desde Nueva Delhi, fuentes del Ministerio del Interior añaden que el grupo terrorista cachemir Lashkar-e-Taiba, presunto responsable de los atentados que en 2008 acabaron con la vida de más de 160 personas, podría haber participado en la masacre, aunque, por ahora, ningún grupo ha reivindicado la autoría de los atentados.

«Corrimos y vimos una gran humareda. Cuando el humo se disipó vimos a gente tirada en el suelo moribunda, gritando de dolor», explicó a la agencia IANS un testigo de la deflagración en la zona de la ópera. Los puntos atacados son zonas residenciales muy concurridas.
En declaraciones a la Prensa, el ministro indio del Interior, Palaniappan Chidambaram, que se ha desplazado a Bombay, calificó las acciones de «ataque coordinado de terroristas». Además, el primer ministro, Manmohan Singh, pidió a la población que «guarde la calma» y que «se mantenga unida», a pesar de que las autoridades han declarado el estado de alerta máxima en todo el país.

A este llamamiento se unió la Policía de Bombay, que a través de mensajes de texto enviados a los usuarios de móvil instó a los ciudadanos a que limiten sus movimientos por la ciudad hasta que la situación vuelva a la normalidad, según la cadena de televisión NDTV.
Los heridos fueron trasladados a varios hospitales de la ciudad y las Fuerzas de Seguridad están investigando lo sucedido.

La tensa relación con Pakistán
Las acciones terroristas han sido frecuentes durante la última década en India y en la propia Bombay, pero el ataque de ayer revivió con especial intensidad el fantasma de los acontecimientos de 2008, un año negro en el que más de 250 personas murieron en atentados en todo el país. De ellos, 166 fallecieron durante la matanza de noviembre en Bombay, cuando un comando de diez terroristas asaltó una estación de trenes, un centro de oración judío y dos hoteles de lujo de la ciudad. El ataque, atribuido al grupo Lashkar-e-Taiba, con base en Pakistán, congeló las ya de por sí tensas relaciones entre los dos países asiáticos.

A pesar de todo, el Gobierno paquistaní se apresuró a condenar el atentado de ayer y mostró sus condolencias por «la pérdida de vidas, los heridos y el daño a propiedades» en un comunicado conjunto firmado por el presidente, Asif Alí Zardari, y el primer ministro, Yusuf Razá Guilani.

El ataque llega apenas dos semanas antes de que la viceministra paquistaní de Exteriores, Hina Rabbani Khar, visite el próximo 26 de julio India. Los Gobiernos de estos dos países acordaron a principios de año reanudar un proceso de diálogo formal «sobre todos los asuntos» similar al que habían mantenido hasta el asalto terrorista de 2008 en Bombay. En aquella ocasión también se estaba produciendo un acercamiento entre las diplomacias de los dos países y el entonces titular de Exteriores de Pakistán, Shah Mehmud Qureshi, se encontraba de visita en el país vecino.