Irregularidades en el referéndum constitucional marroquí

Votantes que no presentaron registro de elector o documento de identidad. Otros que votaron también en nombre de sus familiares. Ausencia de interventores de partidos y sindicatos en las mesas electorales y durante el escrutinio. Continuación de la campaña electoral dentro de los colegios de votación. Utilización de transportes públicos para llevar ciudadanos a votar. Mesas electorales cerradas antes de la hora de finalizar la votación y otras abiertas después. Fallos en la verificación de la identidad de los votantes. Son algunas de las irregularidades detectadas por el colectivo Asociación para la Observación de las Elecciones (CAOE) durante la jornada del pasado referéndum constitucional en Marruecos.

No son irregularidades que hayan marcado el abrumador resultado final de la consulta –en la que se aprobó la nueva Carta Magna del reino alauí con un 98,5 por ciento de votos a favor– pero confirman en buena medida las sospechas del Movimiento 20 de Febrero sobre la parcialidad del régimen, que ha utlizado todos los medios a su alcance para asegurarse la victoria en una consulta que tuvo mucho de plebiscito sobre la monarquía, una vez que el propio Mohamed VI anunció, cuando presentó el proyecto el pasado 17 de junio, que votaría "sí".

De hecho, el CAOE –en el que se integran las principales asociaciones de derechos humanos de Marruecos– subraya en su informe preliminar dos hechos aparentemente contradictorios durante la campaña previa a la consulta: por un lado, que "la posición de los poderes públicos ha sido de respeto de la pluralidad política y del derecho de acceso a los medios públicos y privados de los defensores del boicot"; pero por otro, matiza que "este acceso ha sido desigual, sino injusto y tendencioso, privilegiando el acceso a los defensores del "sí"".

Los observadores del proceso añaden que, durante la campaña, se ha producido una "fuerte movilización"a favor del "sí"y, lo que es más grave, "contra todas las normas legales"y "acompañada del uso de la violencia, de insultos, de difamación y de amenazas"a los defensores del boicot y del "no".

Precisamente, en el capítulo de amenazas, el CAOE denuncia que "algunos manifestantes a favor del "sí"portaban armas blancas sin ninguna intervención de las autoridades". Este corresponsal pudo observar en Rabat, el pasado 3 de julio, a un sujeto no identificado que llevaba en la mano un objeto sospechoso envuelto en un paño (ver foto) y que trató de intimidar a una periodista que cubría la manifestación convocada por el Movimiento 20 de Febrero.

El CAOE, que destacó 600 observadores en este referéndum, concluye que "las autoridades públicas no han adoptado una posición de neutralidad en el proceso"y que la "sinceridad del proceso ha estado comprometida por las presiones ejercidas sobre amplios sectores sociales, fundamentalmente utilizando dinero, por el uso de argumentos falaces y difamatorios, e incluso por la explotación de las mezquitas"para animar a los fieles a votar a favor de la reforma constitucional.

Según la presidenta de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos, Jadiya Ryadi, estos resultados demuestran que "Marruecos no es un Estado de derecho, no estamos ante una Constitución democrática". El resultado del referéndum fue el que fue. Ganó el "sí". Pero muchos se preguntan si al régimen marroquí le hacía falta una campaña tan desproporcionada para ganar su plebiscito.

Frivolidad de España y la UE, según el Movimiento 20-F
Manipulación e ilegalidad son los dos calificativos que definen el pasado referéndum constitucional en Marruecos, según la coordinadora de Madrid del Movimiento 20 de Febrero. En un comunicado enviado a este diario, los jóvenes opositores denuncian "la falsificación y manipulación de los resultados electorales"y ponen como ejemplo "casos de personas fallecidas que constan como votantes en las listas electorales".

Esta coordinadora muestra su "más absoluto rechazo al Gobierno y su manipulación de los resultados de la consulta celebrada el 1 de julio". Además, denuncia "a los agentes sociales y sindicatos que han desempeñado el papel del "majzen"(el poder que se aglutina en torno al rey)".

El Movimiento 20 de Febrero en España protesta también "por los métodos utilizados por políticos y consulados de Marruecos en España, que han presionado a los/as marroquíes para que voten "sÍ"y "denuncia"el "papel frívolo que ha jugado la Unión Europea en general y España en particular, al apoyar ciegamente la iniciativa del Gobierno marroquí, sin parar en los matices".