Eurocopa

Dinamarca

Holanda gana sin querer (2-0)

Derrota a Dinamarca con un gol en su portería de Simon Poulsen y sólo Elia la sacó de la rutina

Holanda 1-0 Dinamarca
Holanda 1-0 Dinamarcalarazon

Pocos futbolistas hay en el mundo tan insistentes como Dirk Kuyt. Acaba cada partido empapado en sudor, se esfuerza como si el mañana no existiera y parece imposible que sea capaz de jugar otro tres o cuatro días después. Es lo que le hace marcar goles como el de ayer. Persiguió un rechace en el que nadie confiaba, ni siquiera los defensas daneses, y llegó antes que nadie para rematar la pelota que devolvió el poste después de un disparo de Elia. Era el segundo tanto de Holanda. El triunfo de la costumbre. De otra manera no se explica que los holandeses ganaran con tanta facilidad un partido en el que nunca se sintieron cómodos.Holanda era la esperanza del fútbol en este Mundial antes de que aparezca España. Pero la selección naranja sólo funcionó por inercia. La misma que le lleva a dominar la pelota, a no maltratarla y a conservarla hasta que haya una ocasión en que merezca la pena arriesgarla. La tuvieron en los pies, pero no le encontraron demasiada utilidad. Sneijder, uno de los responsables del juego del equipo, estaba obsesionado por los disparos lejanos. La ligereza del nuevo balón le animaba a intentarlo desde cualquier sitio, con la pelota en movimiento o parada, y a despreciar el toque.Por detrás, tampoco tenía mucha ayuda. La pareja de mediocentros que forman Van Bommel y De Jong no está demasiado dotada para la creación. Les cuesta imaginar y su única preocupación es soltar la pelota cuanto antes. Aunque la responsabilidad hizo que ayer Van Bommel se involucrara con sentido en el ataque holandés.Holanda encontró la victoria a partir de un gol que no buscaba. Simon Poulsen, el lateral izquierdo, despejó mal un centro de Van Persie. La pegó con la esquina de la cabeza que no correspondía y se metió en la portería después de rebotar en la espalda de Kjaer. Una desgracia para los daneses, que ya no se recuperaron.Los holandeses estaban dormidos y Van Marwijk, su entrenador, ignoró durante más de una hora que tenía un despertador en el banquillo. Cada vez que tocaba la pelota Elia, el partido se volvía más vivo, más rápido. El extremo del Hamburgo permitió ver cosas que se salen de la rutina. Regates extraños y carreras imposibles. Estuvo algo más de veinte minutos en el campo, pero se hizo notar. Le faltó el premio del gol. Su mejor ocasión terminó en el poste antes de que Kuyt marcara el segundo. Hasta su entrada al campo, Holanda era un equipo previsible. Con Robben en el banquillo por culpa de una lesión, se había quedado sin capacidad de sorpresa. Sin nadie que desbordara por los extremos. Van Marwijk renunció a ellos para que a Van Persie lo rodearan tres mediapuntas con llegada, Van der Vaart, Sneijder y Kuyt. Pero sólo el jugador del Liverpool respondió.El juego por las bandas se lo ofrecía Rommedahl a Dinamarca. Pero a los daneses les faltaba un delantero centro. Bendtner, el «9» del Arsenal famoso por sus errores, era más productivo fuera del área que dentro. Se salía de allí para jugar y dejar que ocuparan el espacio sus centrocampistas. Así llegaron las ocasiones. Pero no apareció el gol. Ficha técnica: 2 - Holanda: Stekelenburg, Van der Wiel, Heintinga, Mathidsen, Van Bronckhorst, Van Bommel, De Jong (De Zeeuw, m.87), Sneijder, Van der Vaart (Elia, m.68), Kuit y Van Persie (Afellay, m.77). 0 - Dinamarca: Sorensen, Kjaer, Agger, Jacobsen, Simon Poulsen, Cristian Poulsen, Jorgensen, Kahlenberg (Eriksen, m.73), Enevoldsen (Gronkjaer, m.55) Bendtner (Beckmann, m.62) y Rommedhal. Goles: 1-0, m.46: Simon Poulsen en propia puerta. 2-0, m.85: Kuyt. Árbitro: Sthepane Lannoy (Francia). Amonestó por Holanda a De Jong y por Dinamarca a Kjaer. Incidencias: partido disputado en el estadio Soccer City de Soweto ante 83.465 espectadores, según informó la FIFA, y con dieciséis grados de temperatura al inicio del partido en un día soleado. Terreno de juego en buenas condiciones.