Más rebajas para los presupuestos

MADRID- Recortes y ajustes. Esta es la receta que continuará aplicando el Gobierno regional en los presupuestos para 2012 que prevé presentar mañana jueves. «Es verdad que hay que seguir haciendo recortes y que hay que seguir haciendo ajustes y, evidentemente, en la medida de las posibilidades lo vamos a hacer porque la situación económica nos obliga también a ello», aseguró ayer el vicepresidente y consejero de Cultura de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, tras la firma de un convenio en el Archivo Regional de la Comunidad en declaraciones recogidas por Efe. A pesar de que el Ejecutivo que dirige Esperanza Aguirre está obligado a meter tijera en todas las áreas (volverán a volcarse en la reducción de las estructuras administrativas), Servicios Sociales, Sanidad, Educación o Transportes continuarán como hasta ahora, según González, siendo las destinatarias de las mayores partidas del presupuesto.

Pactos de gestión
Estas declaraciones, especialmente la referencia a la partida destinada a transporte, volvieron ayer a reabrir el debate sobre la privatización de Metro de Madrid. Esta posibilidad –que no descarta el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, pero que niegan desde la Comunidad aunque contaría con el beneplácito de la CEOE– de momento no es más que eso, una opción, ya que desde el Ejecutivo regional están ahora centrados en cerrar dos propuestas que afectan a la empresa pública. La primera, en la Asamblea, consiste en un acuerdo con el Ayuntamiento de Madrid para la cesión al Ejecutivo regional de sus competencias en la gestión del suburbano a cambio de 140 millones de euros al año. La segunda, según fuentes regionales, es consecuencia de la primera: el Gobierno autonómico sufragará en su totalidad el pacto para la cesión de competencias gracias al plan de ahorro para Metro en el que lleva varios meses trabajando el titular de Transportes e Infraestructuras, Antonio Beteta.

En concreto, el consejero de Transportes estima que a partir del 1 de enero del próximo año, la empresa que gestiona el suburbano de la capital podrá ahorrar entre 150 y 170 millones de euros al año sin que «en absoluto lo noten los ciudadanos».

Los recortes en Metro podrían alcanzar hasta diez áreas distintas. Afectarán, aseguró Beteta, a los alquileres, las renegociaciones en los contratos de material móvil, una reducción de directivos en la empresa o la puesta en marcha de medios automáticos, entre otros aspectos. En concreto, dentro de esta «optimización de recursos» Metro prevé gestionar por control remoto, a través de un centro de Monitorización de Instalaciones (Comit), el cien por cien de las estaciones monitorizables antes de que finalice este año. Sólo la puesta en marcha de este sistema en todas las estaciones en las que sea posible permitirá un ahorro de más de siete millones de euros.