Jimmy Baron pierde la cuenta

Madrid- Después de 51 partidos consecutivos anotando al menos un triple, Jimmy Baron se quedó en blanco. Intentó cuatro frente al Blusens Obradoiro, pero no anotó ninguno, algo extraño para este escolta norteamericano del Lagun Aro GBC que siempre ha vivido de su muñeca. Los entrenamientos a última hora de la tarde, casi a oscuras, mientras soñaba con jugar en la NBA, le sirvieron para convertirse en un especialista, aunque no para ser elegido en el «draft» de 2009. En su etapa universitaria, en Rhode Island y con su padre como entrenador, batió varios récords, entre ellos el de más triples en una temporada de la NCAA (117).

Tras el desplante de la mejor liga del mundo probó en Turquía, antes de llegar a la ACB. Ayer, frenó una racha que amenazaba con alcanzar la plusmarca de Rudy Fernández (68), pero Jimmy volverá a empezar de cero la próxima jornada, porque si algo sabe hacer sobre el parquet es anotar desde más allá de la línea de 6,70.

A pesar del mal día de Baron, el Lagun Aro sumó su séptima victoria en ocho partidos, confirmando que su entrada en la Copa no es una casualidad y que ya pueden ir dándole el título de equipo revelación. Un galardón al que también opta el Fuenlabrada, una especie de milagro de la canasta que se reinventa casi cada semana. Ayer cayó claramente en el derbi ante el Real Madrid, porque ganar a los blancos con la baja de última hora de Kirk Penney era una misión imposible. Los de Laso llegaban «apaleados» tras el baño de realidad que les endosó el Montepaschi Siena, pero no sufrieron demasiado para mantener el pulso en el liderato con el Barcelona. Los azulgrana, que no pudieron contar con Mickeal ni Navarro, aplastaron sin piedad al UCAM Murcia.