Futuro incierto

Es posible que hoy podamos volver a hablar de fútbol. Tengo entendido, a pesar del circo mediático que promueve el entrenador del Madrid, su desencuentro con Jorge Valdano y los fichajes del club, que esta noche se juegan los dos partidos de semifinales de la Copa del Rey y en uno de ellos participa el equipo que dirige el ínclito José Mario, cuyo futuro podría pasar a ser incierto y oscuro como el reinado de Witiza, si hoy los jugadores no dieran la talla frente al Sevilla, que no es perita en dulce.

Es imposible hablar del juego que practica el Madrid, nada excelente por cierto y por debajo de lo deseable. Si se compara con el del Barcelona es impropio de un grupo de estrellas que podría dar mejor rendimiento. Si esta noche en Nervión no hubiera resultado satisfactorio, marcador que inclinara a pensar que la final estaba casi en la mano, tendríamos que comenzar a hacer cábalas sobre quién ganará la guerra a pesar de que la primera batalla parece que la ha conquistado el entrenador.

Según todos los indicios, José Mario se ha quitado de delante la sombra alargada de Valdano. Éste, al menos de momento, no ha sido postergado cual pretende el entrenador, ya que viaja a Sevilla con el presidente, lo que puede interpretarse con que éste le da soporte.

El entrenador va a contar con nuevo delantero centro, victoria incuestionable. Lo deseable es que no acabe siendo pírrica. Está jugando demasiado fuerte. Si no hay triunfos se puede topar con que donde las dan, las toman. O así.