Tokio
Japón desde el móvil
Más allá de hacia dónde vaya evolucionando la catástrofe sufrida por Japón, provocada por el brutal terremoto y posterior tsunami que asolaron el país el pasado viernes, lo que ha dejado claro es que la manera que tiene la sociedad de informarse, de seguir la actualidad, de mantenerse al tanto de los acontecimientos, ha cambiado de forma irreversible.
Si hasta ahora la radio y la televisión eran los soportes preferidos para seguir las noticias en vivo y en directo, ahora parece que ese papel ha sido asumido por internet y, más en concreto, por las redes sociales que, en muchos casos han sustituido incluso al propio teléfono móvil para mantener en contacto a las personas ante situaciones de estas características.
La radio y la televisión llegan hasta donde pueden, pero, evidentemente, no es posible tener enviados especiales en todos los rincones del planeta y, aun teniéndolos, no siempre es sencillo hacerles llegar a todas partes con los correspondientes medios técnicos necesarios para realizar una conexión y poder realizar su trabajo.
Sin embargo, allí donde no puede llegar un periodista con una cámara de vídeo o un micrófono, sí puede hacerlo el ciudadano con un simple teléfono móvil conectado vía 3G a internet. Gracias a los smartphones, los móviles se han convertido en portátiles en miniatura, capaces de conectarse a Twitter o Facebook y permitir al usuario contar al instante lo que está ocurriendo a su alrededor, así como realizar fotografías y vídeo, de una calidad suficiente como para poder ser vistos en páginas web.
Durante estos días, muchos ciudadanos, móvil en mano, se han convertido en los principales testigos de lo que ocurría en Japón y han sido ellos los que han tranquilizado a familiares y amigos vía redes sociales cuando todo lo demás fallaba. Españoles residentes en el país nipón como Héctor García, @kirai, como es conocido ya por su nombre en Twitter, ha ido contando minuto a minuto cuanto ocurría allí y ya es seguido por más 42.000 usuarios desde el pasado viernes, más que la propia Almudena Ariza, corresponsal de RTVE en Tokio. Han demostrado que sus simples comentarios de angustia, sus sensaciones al sentir los temblores, sus descripciones de la desesperación de quienes lo han perdido todo, sus vivencias en 140 caracteres, nos mostraban mejor la realidad que muchas crónicas periodísticas.
Paralelamente, y teniendo en cuenta que ya no sólo los ordenadores, sino las tabletas o los propios smartphones, reproducen tanto vídeo como audio, así como fotografías, y son capaces también de sintonizar la radio y la televisión, vía web, nos encontramos con que ya no es necesario plantarse ante la caja tonta para estar informado, aunque la televisión convencional siga siendo el medio mayoritario todavía y, quizás, por mucho tiempo.
Sea como fuere, lo que está claro es que estamos ante una tendencia, ante un cambio de hábitos, sobre todo entre los más jóvenes, que han hecho de sus teléfonos móviles una auténtica herramienta multimedia que lo mismo les permite escuchar música que estar al tanto de toda la información al instante o mantenerse en contacto con los amigos vía Twitter o Tuenti.
Curiosamente, si un soporte ha salido reforzado, ése es el papel, que, perdida ya la batalla por la noticia, ha sabido jugar sus bazas: el valor añadido, es decir, la interpretación, el análisis, la infografía, la opinión de los expertos, la información detallada… o lo que es lo mismo, un poco de calma y claridad en medio de un maremágnum de datos. Y ésas son sus armas y las que debe aprovechar para mantenerse ahí, en su nuevo papel.
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