Nueva York
El PP exige a CiU cerrar las «embajadas»
BARCELONA- La Generalitat no está cumpliendo el pacto con el PP que facilitó la aprobación de los presupuestos de 2011 con su abstención y la formación que encabeza Alicia Sánchez-Camacho no está dispuesta a dar un cheque en blanco al president en las cuentas de 2012. La presidenta del PP exigió ayer al Govern que presente un informe sobre la reorientación de su política exterior y que comience a suprimir «embajadas» si aspira a negociar los presupuestos del próximo año con su partido.
El Govern se comprometió con el PP a «aprobar durante 2011 un plan de reestructuración de la estructura de oficinas de acción exterior de la Generalitat», pero todavía no se ha hecho, mientras que sí se han dado recortes en los servicios sociales. Sánchez-Camacho advirtió de que el PP no negociará unos presupuestos que impliquen «nuevos ajustes» en Sanidad, Educación y políticas sociales, y les emplazó a «suprimir empresas públicas parasitarias y subvenciones ideológicas».
Sólo el alquiler de las oficinas de París y Nueva York donde están las «embajadas» costaron el año pasado 890.000 euros al Govern.
La Generalitat no presentará las cuentas para el próximo año antes de las elecciones generales, aunque la semana pasada Artur Mas se comprometió a llevarlos al Parlament antes de que acabe el año después de que la presidenta del PP le retara a presentar una cuestión de confianza. Sánchez-Camacho asume que pueda darse una «prórroga técnica», pero reclamó que sea «mínima».
CiU tampoco rechaza negociar con ERC, cuya nueva cúpula se ha ofrecido para intentar llegar a un acuerdo que facilite la aprobación de los presupuestos; ni el PSC, aunque el pacto con los socialistas se prevé muy complejo.
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