Y con choteo

Lo único que nos faltaba en el tema de Bildu era el choteo. Y ya lo tenemos aquí. Un preso de ETA sale de la cárcel pidiendo el voto para la coalición alkarto-batasuna con una pancarta inmensa en la que no falta ni el nombre en versales de la banda. Para qué, si ancha es Castilla y ellos han visto el campo abierto y la posibilidad de decir ahora lo que quieren cuando quieren. Dice José Antonio Alonso que los servicios jurídicos del Gobierno van a analizar lo sucedido. ¿Para qué? Los abogados del Estado dirán lo que la Fiscalía y las Fuerzas de Seguridad y la mayoría de los jueces del Supremo: que dado que hay evidencias más que suficientes que vinculan a Bildu con la estrategia etarra, lo razonable sería que estos tipos no pudieran presentarse de momento a los comicios. Pero nada de eso importa porque estamos ante una decisión política canalizada a través de un tribunal sobre todo político. Aún hay instrumentos legales para proceder contra la coalición apologética, pero nada se hará porque los que mandan de verdad ya han decidido que los proetarras deben colarse otra vez en las instituciones, ellos sabrán por qué inconfesable motivo. Y los demás, a tragarnos el sapo del choteo de los etarras saliendo de la cárcel –cada día más, por cierto– con el puño en alto, la pancarta de Bildu y las siglas de ETA.