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Flamenco

El debut de Cecilia Gómez acabó a golpes

El debut de Cecilia Gómez acabó a golpes
El debut de Cecilia Gómez acabó a golpeslarazon

Se convirtió en un estreno malogrado por la avaricia que enturbió una noche triunfal para la ex de Fran Rivera, que hasta ahora sólo tenía ese romance como su mayor logro artístico. Se comprobó que a Cecilia Gómez no se le sacó partido mientras estuvo con Sara Baras, a la que acaso homenajeó al vestirse como ella, con unos trajes admirables de Victorio & Lucchino. Todo un acierto, así como los bailes con el genio magistral, Antonio Canales. La Duquesa de Alba llegó tutelada por su hijo Cayetano, mientras Fernando dio lecciones de puntualidad y paciencia. Eugenia evitó incrementar el espectáculo, aunque no se entendió la concurrencia de su hija Cayetana, entre José María García y su tío, Julián Contreras Jr.El espectáculo se concentró dentro y fuera del teatro Lope de Vega. Casi un circo al que fueron convocadas el trío Mohedano-Jurado y un Antonio David sentado en la misma fila. Ni se saludaron. El malagueño iba acompañado por su guapísima esposa y el cantaor Fernando Soto. Salió entusiasmado con el arte de «Juañares» Carrasco y Miguel de la Tolea. Carmen Lomana llegó tarde y pasó desapercibida bajo un feísimo traje bicolor. Toni Benítez se apoyaba en Rocío, hija de la inolvidable Manuela Vargas, que lucía unos pendientes de azabache que pertenecieron a la bailaora que marcó escuela.Cecilia tiene unas manos prodigiosas que mueve como dicen que lo hacía Pastora Imperio. Sin embargo, es fría, sin pellizco ni duende transmisor. Elegante al máximo, evidencia técnica sin gracia.Eso sí, resulta un hallazgo ver a los bailarines danzando, para homenajear a la Duquesa, así como contemplar los retratos de Pepe Luis Vázquez, Ordóñez y de Curro Romero, las pasiones toreras –y algo más– de esta Cayetana revestida en carmesí con toques de plata. La obsesión por preservar la exclusiva de los tres reportajes que han vendido a «¡Hola!» acabó fastidiando la noche. Se montó cuando impidieron a los fotógrafos el acceso a la sala donde se realizaban las fotos para la revista. Empujaron, insultaron y cabrearon hasta que se decidieron por plantarse. Cecilia desaprovechó la oportunidad para no quedar como ambiciosa. Al parecer, no tuvo bastante con el patrocinio de 25.000 euros por barba, gracias a Air Europa, Viajes Halcón, Porcelanosa y el vodka del casadero Fernando Porcar. Penoso.