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«Nunca los hemos visto juntos»
Los vecinos confirman que Usabiaga sigue sin visitar a su madre pese a que se le excarceló para cuidar de ella
LASARTE- Se ha convertido en el centro de todas las miradas. A pesar de estar en el punto de mira de las víctimas del terrorismo que se preguntan los motivos de su excarcelación, o de la Policía, que sospecha que esté usando la libertad para reconstruir la ilegalizada Batasuna, o del propio Fiscal, que desconfía de que en estos momentos sean ciertos los motivos por los que se le concedió su libertad, en el barrio de Lasarte, donde vive su madre, al ex secretario general del sindicato LAB, Rafael Díez Usabiaga, ni se le ve ni se le espera.
Ya han pasado ocho meses desde que fuera puesto en libertad al esgrimir que su madre, Dolores Usabiaga Olarra, necesitaba de sus cuidados, pero son muchos los vecinos que dudan de que necesite de esas atenciones y no recuerdan haber visto a Usabiaga desde hace mucho tiempo. «No le he visto ni de niño. No le recuerdo y vivo aquí desde hace más de 20 años», relata uno de los vecinos. Y muestra su extrañeza cuando le preguntan por la salud de la madre del ex secretario general de LAB: «¿Pero está enferma? no lo sabía. Quien sé que está delicado es el marido de su hermana gemela, pero no sabía que ella también, yo creo que se equivoca usted».
Y es que, al parecer, Usabiaga es más conocido fuera de su pueblo que dentro. Otra de las vecinas de un portal próximo destaca que se enteró de quién era Díez Usabiaga por los medios de comunicación. «Me enteré por la Prensa de que pertenecía al sindicato LAB y esas cosas, pero hace mucho que no aparece y desde que le pusieron en libertad creo que no ha vuelto a pisar por aquí», matiza. Y otros van más allá: «Sólo necesitaba compañía para salir a la calle, pero nunca los hemos visto juntos».
Cierto es que todos los preguntados coinciden en que a las hermanas se las ve más, pero como son gemelas nadie consigue afirmar quién es quién. «Son elegantes, pero no sé decirle si he visto a una o a otra», aseguran. Pero el caso de Usabiaga es distinto. «Si Rafa estuviera a menudo por aquí no pasaría desapercibido, lo habríamos visto», cuentan en uno de los comercios.
«Yo le recuerdo porque teníamos una vecina que es amiga suya, pero hace mucho que no los veo juntos. Creo que ha dejado el barrio. La madre va a la iglesia, pero no los he visto juntos», añaden. Los que hablaban ayer eran los menos y el silencio esquivo inundaba las calles de Lasarte a cada pregunta. Algunos comercios ni siquiera reconocían su fotografía. «No sé de quién me habla. Pregunte en ese bar, yo no le he visto venir aquí a comprar ni medicinas, a lo mejor va a otro sitio», comentan. «No le conozco, ni a ella ni al hijo. No me suena ni el nombre», asegura otro de los comerciantes.
Entre los vecinos del pueblo nadie parece creerse la versión de Usabiaga ni su madre. Una historia que colea desde hace meses, y más cuando ni siquiera existe una evaluación que determine si la madre del ex secretario de LAB es dependiente o no. Así las cosas, el tema ha trascendido a la Fiscalía de la Audiencia Nacional, que sigue convencido de que el argumento esgrimido por Usabiaga (que debía dedicarse al cuidado de su madre que estaba enferma) es «artificial». Tal y como adelantó este periódico el pasado jueves, el departamento que dirige Javier Zaragoza remitió un escrito a la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal en la que alerta a los magistrados de que el procesado «no se dedica de forma exclusiva ni primordial al cuidado de su madre». Es más, reclamó a la Sala que solicite informe policiales sobre las «actividades ordinarias» realizadas por Usabiaga «que guarden relación con Batasuna y organizaciones de su entorno». De confirmarse estas sospechas, el procesado volvería a la cárcel. Y será precisamente mañana cuando la Audiencia decida si solicita estos informes. Hay que señalar que Otegi y Usabiaga serán juzgados por intentar refundar Batasuna.
Un personaje habilidoso, imprescindible para negociar
- Rafael Díez Usabiaga, ex secretario general de LAB, es un hombre clave de lo que se ha dado en llamar el «complejo ETA», que agrupa a la banda y las organizaciones de su entramado, como el referido sindicato.
- Discreto y habilidoso, conocedor del funcionamiento de dicho «complejo», ha sabido presentarse siempre como un elemento negociador, incluso moderado, lo que le ha permitido estar en todos los «procesos». Y, lo que era más importante para él, evitar ser detenido... hasta octubre de 2009.
- Cuando se conoció que había sido arrestado, a algunos, con larga experiencia en la lucha antiterrorista, les costaba creer la noticia. No pasaron muchos meses sin que recobrara la libertad.
- Ha sabido crearse un halo de personaje imprescindible para lograr, si es que un día se consigue, el fin de ETA. Se trata de una exageración, pero le viene bien.
- El papel que jugaba dentro del «complejo» hasta su detención ha quedado «tocado», pero, sin duda, siguen contando con su experiencia. A los que no les disgustaría abrir un proceso de negociación con ETA lo prefieren en libertad, por aquello de tener un interlocutor cercano y accesible, informa J. M. Zuloaga.
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