
Comunidad de Madrid
La fórmula secreta
UPyD decide hoy una estrategia a seguir en los ayuntamientos donde tiene la llave para gobernar. Reformar la ley electoral y devolver Educación al Estado son sus condiciones de pacto

MADRID- No habrá alcaldes «magentas» en la Comunidad en los próximos cuatro años, pero Unión Progreso y Democracia (UPyD), el partido «sorpresa» de estas elecciones, ha obtenido tanto poder de la noche a la mañana que en su mano está la decisión de a quién dar el bastón de mando en cerca de una decena de localidades madrileñas. Casi una semana después del 22-M, nueve municipios de la región se encuentran aún en una balanza que se decantará para la izquierda o la derecha según dónde se coloquen los concejales «upeidistas». El partido, que se ha convertido en la cuarta fuerza política a nivel regional –en muchos Consistorios tiene más representación plenaria que IU y que algunos partidos independientes– tiene ahora mismo la tarea de «pintar» de «azul» o de «rojo» las localidades que aún se encuentran en blanco.
Durante toda esta semana, los teléfonos de los nuevos concejales de UPyD no han parado de sonar. Las ofertas y promesas de los ganadores y perdedores con esperanzas de no serlo –si los «magentas» acceden a pactar con ellos– han sido de lo más variopinto. La tensión es máxima en casos como Getafe o Alcalá de Henares, que podrían cambiar de siglas tras muchos años como PSOE y PP respectivamente. Pero, lejos de tomar decisiones aisladas, UPyD trazará hoy una línea a seguir.
El partido celebra hoy un consejo de dirección a nivel nacional para analizar el resultado obtenido, su estrategia de futuro y analizar los posibles pactos que pueda alcanzar en los ayuntamientos de todo el país.
El consejo de dirección está formado por los 21 máximos dirigentes del partido, entre los que se encuentran Rosa Díez, el responsable de Programa y Acción Política y los cabeza de lista en la Comunidad y Ayuntamiento de Madrid, Luis de Velasco y David Ortega (que han logrado una representación de ocho diputados y cinco concejales, respectivamente).
Durante toda la campaña, UPyD puso la reforma de la ley electoral y la devolución de las competencias de educación al Estado como las dos condiciones imprescindibles para pactar con cualquier fuerza política. Además, aseguraban que siempre «respetarían lo que decidieran los ciudadanos», es decir, apoyarían la lista más votada y que no exigirían entrar a formar parte de ningún equipo de gobierno.
Parece complicado que PP y PSOE puedan «tragar» con estas peticiones, pero lo que es indiscutible es que no tienen otra opción si quieren conseguir la alcaldía. Al menos, eso es lo que hasta ayer decía UPyD que «exigiría». En caso de que ninguna fuerza política esté dispuesta a asumir estas condiciones, el partido «magenta» podría optar por la abstención. Eso sí, ha dejado claro que su estrategia será global en todos los ayuntamientos españoles y hoy la darán a conocer.
Si mantienen la premisa de apoyar la lista más votada, al menos en la Comunidad de Madrid, tendrían que decantar la balanza para el PP. Los socialistas sólo pueden aspirar a gobernar si hacen coalición con Izquierda Unida (IU), ya que en ninguna de estas nueve localidades han sido la lista más votada.
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