Alonso y Raquel: año nuevo a la gresca

La polémica los ha seguido durante su estancia en la isla, llegando incluso a producirse una supuesta agresión a la que la cantante respondió ayer en su cuenta de Twitter.

Las accidentadas vacaciones del piloto y la cantante comenzaron con algo de crispación. Celoso de su intimidad, a Fernando no le sentó nada bien que a su llegada al aeropuerto hubiera fotógrafos y cámaras esperándole. Así lo prueba un vídeo en el que amenaza a los reporteros allí congregados: «Chicos. Primer fotógrafo o primera cámara que vea estos días, me voy mañana y le digo a todo el mundo que Porto Santo es un desastre. ¿Vale? Así que, por favor, tranquilidad».

Las palabras no sentaron nada bien entre la Prensa portuguesa, que calificó esta advertencia como un chantaje por parte del piloto de Ferrari. Aun así, haciendo caso omiso a las advertencias de Alonso, los medios portugueses continuaron siguiendo a la pareja durante su estancia en la isla.

Bofetada lusa
La cosa no terminó ahí. Al cabo de unos días, mientras Fernando Alonso y Raquel del Rosario daban un paseo en bicicleta por Porto Santo, un paparazzi trató de obtener imágenes de la pareja. Según el diario portugués «Record», la cantante de «El Sueño de Morfeo», muy enfadada, siguió al fotógrafo para identificarle. Según esta misma versión, Raquel entró en una casa donde el paparazzi –otros testimonios indican que fueron varios los fotógrafos– se refugió y tomó, supuestamente, varias imágenes del culpable, algo que irritó profundamente a la propietaria de la casa. En medio de una discusión entre la dueña y la cantante, la primera le propinó una bofetada a la artista.

Ante estas acusaciones, Raquel del Rosario ha querido dar su propia versión de lo sucedido a través de un comunicado que difundió ayer en su cuenta Twitter, en el que deja claro que «desde nuestra llegada a Puerto Santo hemos sido acosados y provocados para obtener imágenes morbosas y que nos desfavorecieran, y tristemente los medios españoles sólo se han hecho eco de esto».

«Os escribo para confirmarles que me encuentro bien, que la información difundida por los medios portugueses no es del todo cierta y que personalmente tomaré medidas legales ante el acoso y agresión a la que me he visto sometida durante los últimos días», señala la cantante. «Quiero que entiendan que a veces es inevitable ponerse a la defensiva y reaccionar en caliente ante tal acoso», continúa la cantante a modo de mea culpa, aunque matiza que «la agresión se produjo en la vía pública sin causa justificada bajo la atenta mirada de un fotógrafo, y no en una propiedad privada como se ha dicho».