España

No hay prisa por Carmen Gurruchaga

La Razón
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España tiene cubiertas prácticamente todas sus necesidades de financiación hasta final de año, pues apenas le queda por colocar un 5% de todo el dinero previsto para 2012. Además, cada vez parece más factible cumplir el déficit pactado con la UE y el BCE esté dispuesto a comprar deuda española en el mercado secundario en el momento que lo pida, lo que ha hecho que la moneda única deje de estar en tela de juicio, algo que indirectamente beneficia a la prima de riesgo española al evitar el ataque de los mercados. Por estas y otras razones, el Gobierno no ve imprescindible para los intereses generales de los españoles solicitar con premura la ayuda a Europa, aunque no renuncia a pedirla si lo considera conveniente para el país, de la misma manera que la demandó para las entidades financieras. Además, todavía se desconoce el impacto que vaya a tener sobre la deuda soberana la petición de compra de bonos, las condiciones que conllevaría esa ayuda y si existe en las actuales circunstancias el imprescindible apoyo unánime de todos los países de la zona del euro. Y es que de lo sucedido en el último Consejo Europeo se puede extraer la conclusión de que Europa camina con una lentitud pasmosa, por lo que quizás a España le convenga acoplarse a ese ritmo. De momento, se ha frustrado la posibilidad de que las ayudas a la banca se establezcan bajo la fórmula de recapitalización directa –lo que incidiría de manera favorable en el déficit de España–, y se ha retrasado, al menos hasta 2014, la unión bancaria que reclaman los países del sur de la eurozona. Pero con prisa o sin ella hay un dato real y es que para que España salga de la crisis, amén de la austeridad extrema resulta imprescindible la colaboración europea.