Montevideo

Maradona un señor de traje con aires de Plácido Domingo

El entrenador argentino, pulcramente vestido, regresa a un Mundial contra Nigeria, el último rival al que se enfrentó en unos campeonatos mundiales.

La Razón
La RazónLa Razón

Ataviado con un pulcro traje gris, el rostro adornado con una elegante barba que le otorga un curioso parecido con el tenor Plácido Domingo, Diego Maradona regresó hoy a un Mundial después de haber abandonado el de Estados Unidos'94 por la puerta de atrás, marcado por el estigma del dopaje.

Por casualidades del destino, el regreso se produce en un partido de Argentina contra el mismo equipo, Nigeria, frente al que había jugado minutos antes de pasar aquél control de dopaje.

El 30 de junio de 1994 permanecerá en los anales del fútbol como el día en que se confirmó el positivo de Maradona, entonces jugador del Nápoles, en el control a que fue sometido cinco días antes después del partido Argentina-Nigeria.

Los aficionados que siguieron por televisión los partidos de Argentina en aquél Mundial jamás podrán olvidar el rostro desorbitado de Maradona llegando hasta la misma boca de la cámara tras marcar un gol en otro encuentro.

Ese mismo 30 de junio Maradona fue suspendido cautelarmente de toda competición tras dar positivo por el estimulante efedrina.

Las dos muestras de orina que depositó el astro argentino revelaron la existencia de cinco sustancias distintas, todas del grupo de los estimulantes: efedrina, fenilpropanolamina, pseudoefedrina, norpseudoefedrina y metaefedrina.

Maradona suplicó a la FIFA que le revocara la sanción. "Juro por mis hijas, que son la fuerza que me trajo a este Mundial, que no me drogué y que no he tomado ninguna sustancia prohibida como para que la FIFA me dejara fuera del Mundial", declaró, poco antes de confesarse único culpable de haber tomado dicha sustancia para aliviar una congestión nasal.

La Copa del Mundo no ha vuelto a registrar un solo caso de dopaje en cuatro ediciones consecutivas. Parece como si el escándalo Maradona hubiera servido de aviso para que ningún otro jugador cayera en la tentación de estimularse por vía farmacológica.

El presidente de a Comisión Médica de la FIFA, Michel D'Hooghe, asegura que si el Mundial no ha vuelto a registrar casos positivos es porque funciona el efecto "temor al Policía", porque el fútbol es un deporte de equipo y los jugadores están controlados por médicos profesionales, y porque no existe "cultura del dopaje".

Maradona se ha querido vestir con esmero en su regreso a un Mundial. Ha cuidado su larga cabellera y ni siquiera se ha desabrochado el traje en todo el partido, pero su fuerte carácter no ha tenido por menos que manifestarse en gestos expresivos, lamentaciones y protestas -educadas- al árbitro.

Sin perder jamás la compostura en la banda, ha cruzado palabras con el cuarto árbitro en un intercambio verbal casi versallesco que contrasta con actitudes no demasiado lejanas.

El 15 de enero pasado Maradona pudo, finalmente, retomar las riendas de la selección argentina después de cumplir dos meses de suspensión por deslenguado.

El 'Pelusa' se había despachado contra la prensa en una conferencia convocada en Montevideo el 14 de octubre, tras el triunfo de Argentina sobre Uruguay que le valió la clasificación para el Mundial: "Que la chupen... que la sigan mamando", se dirigió Maradona a los escépticos.

Le costó dos meses de empleo, motivo por el que no pudo acudir, el 4 de diciembre pasado, al sorteo del Mundial de Sudáfrica, y 27.000 dólares de multa. La consigna, ahora, es lavar aquella imagen.