Barcelona
Mas se compromete a primar el catalán y augura que «los ataques fracasarán»
La lengua en las aulas va camino de convertirse en el nuevo caballo de batalla del comienzo de curso político en Cataluña. El presidente de la Generalitat, Artur Mas, explicó ayer que él mismo encabezará «una defensa clara e inequívoca» de la lengua catalana, pese a la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), que da a la Generalitat un plazo de dos meses para implantar el castellano como lengua vehicular en las escuelas, y que el ejecutivo autonómico ya ha anunciado que recurrirá.
«Nos mantendremos fieles y de pie en la defensa de nuestra identidad, nuestras tradiciones y nuestra lengua más que centenaria», apuntó Mas, antes de pedir a las instituciones, principalmente a los ayuntamientos, ya que ayer visitaba el de Tortosa, que sean los primeros en defender el catalán para que «nuestro idioma se pueda mantener como el nervio de nuestra nación».
El presidente de la Generalitat, que ayer se refirió por primera vez a la sentencia del TSJC, auguró que cualquier intento por «atacar al catalán fracasará», para lo que quiere implicar a toda la sociedad. De momento, cuenta con la complicidad de los consellers, cuyas declaraciones se sucedieron ayer y, de la misma manera que el presidente del Tribunal Superior de Cataluña (TSJC), Miguel Ángel Gimeno, se alinearon con el ministro de Justicia. Pese a que es muy explícito, Caamaño cree que el fallo no afecta a todo el modelo lingüístico sino a las familias que llevaron su caso a los tribunales. Gimeno, acompañado de la consellera de Justicia, Pilar Fernández Bozal, instó a «despolitizar» el debate surgido a raíz del auto del TSJC. «Los jueces rara vez damos ultimátums, si un auto quisiera cambiar toda una legislación, con dos meses no sería suficiente», declaró Gimeno. Por su parte, Fernández Bozal añadió que la Generalitat cumplirá la sentencia en aquellos «casos concretos».
El martes el Ejecutivo autonómico debatirá el recurso que preparan para no acatar el fallo, y mientras tanto, desde Convergència han pasado a atacar al partido que hizo posible que aprobara los presupuestos de 2011. El presidente del grupo parlamanterio de CiU, Oriol Pujol, advirtió al PP de que si el bilingüismo es un «casus belli» la federación nacionalista dejará de tenerlo en cuenta «como compañero de viaje», pese a que gobiernan en minoría. «No renunciaremos», aseguró Pujol, a la inmersión lingüística y aprovecharán la Diada del 11 de septiembre para reivindicar el modelo que ponen en entredicho el Constitucional, el Supremo y el TSJC.
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