Alonso: «Ha salido todo al revés»

Alonso entró en la meta decepcionado y se tomó unos minutos para reflexionar, para interiorizar lo que había sucedido y pensar lo que iba a decir. Es posible que se guardara algo para sí mismo. «Todo ha salido al revés. Pensamos que Webber era el rival al que había que marcar», fue la primera reflexión. La estrategia no fue la acertada, aunque el piloto español no tenía reproches para el equipo. «La culpa es de todos. A posteriori la estrategia siempre es más fácil. Ha salido mal como otras veces sale bien. El Mundial son 19 carreras, no una», continuó. Era difícil prever que Rosberg y Petrov iban a ser tan rápidos.

Fernando estuvo detrás del ruso 40 vueltas y no logró adelantarlo. «Parecía que se jugaba la vida, él verá», dijo en caliente. Antes, le había reprochado su resistencia. «Sólo hice mi trabajo, no era un piloto doblado», respondió Petrov. «Cuando pasé las diez primera vueltas detrás de Petrov pensé ya que era complicado. No había fisuras», dijo el subcampeón del mundo. Stefano Domenicali, jefe del equipo y al que señalan con el dedo, reconoció el fallo: «Nos equivocamos porque marcamos a Webber con dos coches, porque nos preocupamos demasiado por el desgaste de los neumáticos blandos y porque no tuvimos en cuenta la dificultad de adelantar. Ha sido la peor carrera de la temporada».

Pese a la decepción, no hubo ningún reproche. Alonso reconoció que lloró tras la carrera: «Se me han escapado algunas lágrimas con los ingenieros porque sé cuánto han trabajado y cuánto lo sienten, pero hemos hecho un trabajo por encima de las expectativas que teníamos a mitad de año. Ha habido más momentos buenos que malos. Si este año he tenido la opción de ser campeón con el tercer coche de la parrilla, llegarán más títulos». Montezemolo, el presidente de Ferrari, tampoco tenía quejas: «Las cosas no han salido como habríamos deseado. Tenemos la moral baja por el desenlace, pero Fernando ha completado una temporada extraordinaria y quiere agradecérselo». En la misma dirección fue Emilio Botín, presidente del Santander, el principal patrocinador del la escudería: «Fernando es el mejor piloto del mundo y no se rindió y Ferrari ha demostrado tener un gran espíritu ganador, competitivo y de liderazgo».

Alonso felicitó a Red Bull por el triunfo. Vettel, emocionado, también lloró, pero de alegría. «Me he quedado sin habla. No supe que era campeón hasta que pasé la meta», aseguraba el más joven ganador de la historia, que también recibió las felicitaciones de Schumacher y de su compañero y enemigo Webber: «Hay que quitarse el sombrero».

Decepciónen Asturias
El Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo pasó de la euforia a la decepción. Lleno a reventar, con gente de todas las edades con banderas de Asturias mezcladas con el rojo de Ferrari. Lo que empezó siendo una fiesta acabó en funeral. Desde mitad de la carrera las caras empezaban a ser de frustración y al finalizar, de tragedia. Pocos se desplazaron a la Plaza América. No hubo tercer título que celebrar y un vendedor de banderas se aburría sin nadie a quien ofrecer su producto.