Río de Janeiro
Terror en el centro comercial
Al cierre de esta edición, las autoridades municipales de la localidad holandesa de Alphen aan den Rijn, situada a 40 kilómetros al sur de Ámsterdam, confirmaban que siete personas habían muerto y otras quince se encontraban heridas, algunas de ellas en «estado crítico», a causa del ataque efectuado por un tirador solitario contra los clientes de un centro comercial.
La tragedia, que ha conmocionado a Países Bajos, ocurrió a las doce de la mañana de ayer en la entrada principal de una de las galerías más conocidos de la ciudad y que a esa hora, merced a un tiempo primaveral que invitaba a salir a la calle, se encontraba abarrotada de público, con muchas familias.
Según los relatos de los supervivientes, un individuo joven, rubio, de pelo largo y vestido con ropas de aspecto militar, llegó al lugar a bordo de un Mercedes de color azul oscuro. Se plantó tranquilamente frente a la puerta del centro comercial y sacó una metralleta de una bolsa. Sin decir palabra, comenzó a disparar contra los clientes, con ráfagas cortas y bien dirigidas. Cuando agotó la munición del primer cargador, sacó otro del bolsillo y siguió disparando. De pronto, paró, avanzó unos pasos hacia un supermercado, sacó una pistola que llevaba en la cintura, se la apoyó en la sien y se pegó un tiro.
Uno de los comerciantes del local, Albert Heijn, explicó a la televisión cómo, en medio del pánico, muchos tuvieron la sangre fría de refugiarse en los puestos y bajar los cierres, evitando, sin duda, una mayor mortandad. Entre los que no pudieron escapar se encontraba una mujer rubia, inválida. «Lo vi perfectamente. Ella intentó alejarse con la silla de ruedas eléctrica, pero el joven la alcanzó y abrió fuego, apuntándole directamente a la cabeza.
No pude hacer nada. Nos disparaba a través de los escaparates y sólo acerté a bajar el cierre», relataba el testigo. La primera víctima fue, al parecer, una mujer que hacía cola para entrar a otra tienda. El asesino se colocó a su espalda y le disparó a sangre fría. La identidad del asesino, Tristan van der Vlis, de 24 años, se supo con cierta rápidez, ya que se trataba de un viejo conocido de la Policía, vecino de la ciudad y con antecedentes penales. La fiscal Kitty Nooy aseguró a Reuters que Van der Vlis actuó sólo. «Tenía licencia para cinco armas y estaba en posesión de tres», señaló.
El asesino dejó dos cartas, una en su domicilio, que encontró su madre y otra en el coche. En la primera hablaba de sus sentimientos suicidas, pero no daba ningún motivo claro por el que quisiera asesinar a sus vecinos, en la segunda indicaba que había explosivos en otros tres comercios. El incidente tuvo lugar dos días después del brutal asesinato múltiple ocurrido en un colegio de Río de Janeiro, Brasil, en el que fallecieron doce niños. Además, hace quince días, en Alphen aan den Rijn murieron dos personas en un tiroteo entre narcotraficantes.
Los tiroteos más mortíferos en Europa
24 de septiembre de 1995. Un estudiante de 17 años mató a 16 viandantes en Solies-le-Pont, sur de Francia.
13 de Marzo de 1996. Un perturbado asesinó a 16 niños y a su profesora en un colegio de Dunblane, Escocia.
27 de septiembre de 2001. Un hombre «resentido» con la Justicia asesinó a 14 personas en el Parlamento de Zug (Suiza).
27 de marzo de 2002. Ocho muertos en un tiroteo en el Ayuntamiento de Nanterre (Francia).
22 de abril de 2002. Un ex alumno mató a 16 personas en un instituto de Erfurt (Alemania).
7 de noviembre de 2007. Ocho alumnos murieron tiroteados por un compañero en Tuusula (Finlandia).
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