Euforia en los mercados ante el apoyo del eje «euroamericano»

MADRID- Los mercados están tan ávidos de soluciones que unas declaraciones (como las del jueves de Mario Draghi) o dos reuniones (las de ayer en Alemania) son suficientes para airear la prima y estimular la Bolsa.

Los inversores recibieron con euforia las palabras de Jean Claude Juncker, presidente del Eurogrupo, quien aseguró que el Fondo de Rescate Europeo actuará con el BCE para relajar la tensión en los mercados y el Ibex se apuntó la mayor subida de las bolsas europeas (+2,78%). El parqué español recuperó los 6.800 puntos y cerró en los 6801,8 cuando el martes pasado perdíamos por primera vez desde 2003 la barrera psicológica de los 6.000 puntos. Esto refleja la volatilidad de los mercados. El Ibex acumula junto con la subida de hoy un repunte que, unido al 6,06% del jueves y el 3,91% del viernes, alcanza una escalada consecutiva del 13,27% en las últimas tres sesiones. Las muestras de apoyo por parte de las autoridades europeas logran mantener así el ascenso de la Bolsa y la tendencia bajista de la prima de riesgo que cerró en los 524 puntos básicos, 108 menos que hace tan sólo una semana, cuando alcanzaba los 632. Esto es consecuencia del recorte registrado por el bono nacional a diez años, que cerró la sesión con un interés del 6,613% (desde el 6,809 con el que abría la sesión), y el alza de su homólogo alemán, que finalizó la jornada en el 1,375%. De esta manera, regresa la calma a la rentabilidad del bono, que la semana pasada alcanzaba su máximo (7,6%).

El Banco Central Europeo (BCE) informó ayer que, como se presumía, no compró la semana pasada deuda de los países de la eurozona, por lo que ya son veinte semanas consecutivas sin hacerlo pese a las declaraciones del pasado jueves de Draghi en las que insinuaba que era una posible maniobra. La cantidad de deuda soberana que posee el BCE de los países de la zona del euro es de unos 211.500 millones de euros.

Tras recibir positivamente estas cifras, el Tesoro Público español se enfrenta el próximo jueves (cuando también se reúne el BCE) a una subasta decisiva, en la que intentará captar hasta 3.000 millones de euros y obligaciones.

El mensaje más repetido en las instituciones europeas durante las últimas semanas ha sido que van a hacer todo lo que sea necesario para preservar la moneda única. Todo indica que si las palabras se convierten en hechos, los inversores transmitirán calma a los nerviosos mercados como ha sucedido en las últimas fechas.