Aborto
Aborta la primera menor sin que sus padres lo sepan
La adolescente alegó «grave conflicto familiar» y el médico dejó la decisión en manos de los servicios sociales.
Ya es una realidad. Las menores españolas abortan sin la autorización de sus padres si alegan un «conflicto grave en el seno familiar». Una adolescente de 17 años acaba de interrumpir su embarazo en una clínica de Barcelona sin que sus progenitores tuvieran ningún conocimiento de ello. Así lo confirmó el presidente de la Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción del Embarazo (ACAI), Santiago Barambio, a LA RAZÓN. De momento, es el primer caso de aborto de una menor sin autorización paterna del que se tiene constancia desde ACAI, que agrupa 30 centros, aunque podría no ser el único.La joven acudió la semana pasada a la clínica y explicó que no quería que sus tutores supieran que iba a abortar, ya que «existía conflicto». Entonces, desde el centro, donde era la primera vez que se enfrentaban a esta situación, los médicos pidieron un informe a un trabajador social del barrio de la afectada, «que no tenía nada que ver la clínica». Un informe decisivoDe acuerdo con Barambio, este profesional «se extrañó, pues para él es una novedad y todavía tiene que aprender a elaborar este tipo de informes». De hecho, estos trabajadores no se habían visto antes en la tesitura de tener que redactar informes en los que se basarán los médicos para autorizar o no el aborto de chicas que aún no hayan cumplido los 18 años. A los pocos días, el asistente social entregó a la clínica el informe complementario requerido, según el cual se confirmaba que existía «situación familiar conflictiva», por lo que la clínica decidió que la menor podía abortar sin permiso. Este informe fue, por tanto, determinante a la hora de que el médico decidiera practicar la interrupción del embarazo.Según uno de los decretos que desarrolla la nueva Ley del Aborto, que hoy cumple 15 días desde su entrada en vigor, son los médicos los que tienen que decidir si la situación familiar de la menor supone realmente «un conflicto grave». Para tomar esta decisión pueden solicitar informes a otros profesionales, como psicólogos o trabajadores sociales, aunque, en todo caso, la responsabilidad de la determinación será siempre del médico. En opinión de Barambio, los futuros casos en los que una adolescente quiera abortar sin que sus padres tengan conocimiento «serán situaciones en las que el conflicto grave estará fundamentado», por lo que se resolverán de manera similar a éste, en el que se ha efectuado el aborto a la menor. El presidente de ACAI cree que las interrupciones voluntarias del embarazo de menores a espaldas de sus tutores legales «se darán en pocos casos, cuando haya verdaderos problemas de desarraigo familiar», pues lo normal, a su juicio, es que los padres no se opongan a la intervención y las niñas no aleguen conflictos. Pero esta opinión no es la más extendida. Ignacio Arsuaga, presidente de la plataforma provida Hazteoír, está convencido de que la nueva normativa aumentará el número de abortos entre menores, y que éstas eludirán pedir permiso, ya que «al no tener que enterarse los padres, las más jóvenes verán el aborto como un método anticonceptivo más, como algo irrelevante sin consecuencias físicas ni psíquicas».
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