Sevilla

A 130 por hora se consume menos

LA RAZÓN pone a prueba una de las medidas «estrella» del Gobierno n A 110 por hora, un vehículo gasta 0,3 litros más en un trayecto de 100 km

El medidor electrónico de consumo del Orlando señala, a 130 km/h un consumo medio de 7,3 litros cada 100 kilómetros
El medidor electrónico de consumo del Orlando señala, a 130 km/h un consumo medio de 7,3 litros cada 100 kilómetroslarazon

MADRID- Las pruebas realizadas por el equipo técnico de LA RAZÓN no ofrecen ninguna duda. El consumo de un automóvil no depende de la velocidad, sino de la utilización del motor en el llamado par óptimo, en el que el vehículo avanza con el menor esfuerzo. En un automóvil de motor medio, a 130 km/h conseguimos consumos más moderados que a 110 y a 120. Otra de las conclusiones es que una conducción económica puede conseguir ahorrar aproximadamente litro y medio cada cien kilómetros. En cualquier caso, las diferencias de consumo entre 110 y 120 por hora suponen, en el mejor de los casos, un ahorro de 0,4 litros cada cien kilómetros. Es decir, un ahorro de dos litros de combustible en un trayecto entre Madrid y Sevilla. Pero, a cambio, se pierde media hora. A 130 por hora, el ahorro sería de 3,5 litros y se tardaría una hora y cuarto menos en recorrer dicha distancia.


Ciudad y carretera
La prueba de consumo fue llevada a cabo por dos miembros de la redacción de LA RAZÓN: Erik Montalbán, redactor de Sociedad, representaba a un conductor medio, usuario habitual de un automóvil; Carlos de Miguel es redactor jefe de información de Motor y especialista en conducción económica. Una de las conclusiones es que la diferencia de consumo entre dos conductores puede variar en casi litro y medio, aunque ambos intenten realizar el mismo tipo de conducción económica.

El primer recorrido se realizó por ciudad con el Fiat 500. Un vehículo que se mostró especialmente eficaz gracias al empleo de un sistema «stop/start» que detiene el funcionamiento del motor cuando el vehículo se detiene ante un semáforo o en un embotellamiento. Al presionar el embrague de nuevo para introducir la primera velocidad, vuelve a ponerse en marcha automáticamente. Este dispositivo se mostró más eficaz que todas las medidas del Gobierno, ya que reduce el consumo en ciudad en más de un 10%. Y se calcula que el 80% de los kilómetros recorridos por los turismos son urbanos.


Conseguimos consumos en torno a sólo cinco litros.
Las pruebas de carretera fueron efectuadas con un coche de tipo medio. Un Chevrolet Orlando con motor de 2,0 litros y una potencia de 163 caballos. Un modelo de siete plazas no especialmente aerodinámico. El coche de cualquier familia.

La razón por la cual el consumo es menor a mayor velocidad, hecho que puede resultar sorprendente, es que un motor de este tipo a 110 por hora funciona por debajo de su par óptimo, régimen en el que se consigue el mejor rendimiento con el menor consumo. Por debajo de estas revoluciones, el motor no sólo consume más, sino que emite mayor volumen de CO2 a la atmósfera y no es capaz de limpiar el filtro de partículas, lo que puede dañar el motor a medio plazo.


CONSUMOS
- El menor valor se registró a velocidad constante de 130 km/h con un consumo de sólo 7,3 litros y 51 minutos en 100 km.
- A 120 por hora, el consumo fue de 8 litros y el tiempo invertido en 100 km fue exactamente de una hora.
- El registro a 110 por hora fue de 7,6 litros, y el tiempo invertido en recorrer los 100 km fue de 66 minutos.
- En ciudad, el Fiat 500 consiguió registros de sólo 5,6 litros gracias a su sistema start/stop, que detiene la combustión del motor en las detenciones por semáforos o atascos.
OTROS DATOS
- La prueba de consumo se llevó a cabo en una autopista de peaje para evitar distorsiones por diferencia de tráfico.
- Las mediciones se realizaron entre los mismos hitos kilométricos para lograr así recorridos idénticos.
- La variación de los cuentakilómetros fue de menos del 6%. A 120 de marcador, la velocidad real osciló entre 113 y 114 km/h.
- Los vehículos utilizados fueron un Fiat 500 y un Chevrolet Orlando. El primero en tráfico urbano y el otro para las mediciones en carretera interurbana.