Oporto

#estoyconSara por Alfonso Merlos

La Razón
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Es la diana perfecta. Una injusticia, pero es así. En los inmisericordes, descacharrantes, ocurrentes o zafios ataques a Sara (según el caso) queda retratada a la perfección el alma de los españoles. Y en nuestro ADN está el cotilleo, la envidia y el machismo. Eso lo explica todo. Si Sara se llamase Manuel, si Sara no fuese la mujer del mejor portero que ha tenido España en todos los tiempos, si Sara no tumbase a los chicos (y las chicas) con esa mirada encantadoramente hipnotizadora, no habría debate. Cristiano Ronaldo dijo la verdad cuando aseguró que muchos le silban porque es rico, guapo y buen jugador de fútbol. Como ella no lo va a decir, me encargo yo: a Sara Carbonero la estigmatizan porque va camino de ser rica, su belleza es arrolladora al tiempo que exótica y, con sus defectos y virtudes, es una gran periodista. Estoy con ella y con todas las Saras Carboneros que en España hay. Que son unas cuantas.