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La división interna de la CNE retrasa el dictamen de la operación de Pemex y Sacyr en el capital de Repsol

La Razón
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MADRID- El consejo de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) se encuentra dividido sobre el hipotético dictamen de la sindicación de participaciones de Pemex y Sacyr en Repsol. La división es incluso más palpable entre los propios consejeros afines al PSOE, ya que mientras unos defienden la no injerencia del regulador, otros optan por una valoración que muestre a las claras las implicaciones que el aumento de poder de la mexicana tendría en un sector estratégico para España.
La «brecha» en las filas del PSOE sobre la operación no es nueva, ya que el ministro de Industria, Miguel Sebastián, y el candidato Alfredo Pérez Rubalcaba ya mostraron sus distintas visiones sobre la injerencia de Pemex en la toma de decisiones de la española.
La razón del desacuerdo entre los consejeros del regulador es la polémica Función 14 del organismo, que establece que una empresa de fuera del ámbito comunitario –como la petrolera pública mexicana– debe pedir permiso a la CNE para aumentar su participación más allá del 20% –sindicada, su parte es del 29,8%– o en un porcentaje inferior si ello le concede influencia significativa en la compañía. De momento, y hasta que se logre un consenso, la resolución de la CNE se pospondrá hasta las «próximas semanas», según fuentes cercanas a la operación.