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Bruselas receptiva a escalonar el recorte de las ayudas europeas

El presidente andaluz reclama que los mecanismos, como el control de las cuotas de fronteras, «funcionen».

Por la mañana se entrevistó también con Almunia
Por la mañana se entrevistó también con Almunialarazon

BRUSELAS- El presidente andaluz, José Antonio Griñán, llegó ayer con un mensaje claro a Bruselas: «Más Europa es mejor para Andalucía». Con esta carta de presentación, hubo buena sintonía con el guardián de este espíritu comunitario, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso. Sin embargo, los problemas empiezan cuando se traduce qué significa más Europa, sobre todo en el reparto de los fondos comunitarios.
Aún así, según Griñán, Barroso apoyó la reclamación de la región de que exista un periodo de adaptación, respaldado con fondos, en la transición andaluza de ser una región de convergencia (objetivo 1), a perder este estatus y, como consecuencia, gran parte de los fondos estructurales.

Griñán trasladó una preocupación principal al portugués: la caída de la renta de los agricultores. «Tiene que ser un problema europeo, porque si no hay agricultura, no hay Europa», sentenció al comparecer ante los medios al terminar su encuentro con Barroso. Asimismo, pidió «más sensibilidad» hacia esta caída de poder adquisitivo, que contrasta con la subida de los precios de los alimentos, pero de la que no perciben nada los agricultores, ya que se debe a la «especulación» de los mercados, según Griñán.

Por eso, el presidente andaluz pidió a la Comisión que los mecanismos que existen para proteger y regular el campo europeo «funcionen». «No se trata de intervenir los precios», explicó, sino de que los instrumentos sean eficientes, y puso como ejemplo el precio del aceite, que arrastra el de hace 11 años. O también un control más eficiente de las fronteras para controlar las importaciones de países terceros, y que no sobrepasen las cuotas que tienen asignadas, con el problema de Marruecos en el trasfondo.

«No es un problema de ayudas», sino un problema de precios agrarios, insistió. La Comisión ha propuesto un nuevo criterio para el reparto de las ayudas de la Política Agrícola Común (PAC) más allá de 2013, que actualmente discuten los gobiernos de los Veintisiete. Con la desaparición a las grandes superficies latifundistas y la primacía de nuevos objetivos, como el desarrollo rural o la sostenibilidad, Andalucía podría salir como una de las que podrían sufrir un mayor tijeretazo. No obstante, Griñán aseguró que están «encajando la agricultura andaluza dentro de los objetivos de la Comisión Europea». Y como ejemplo puso el sector del olivar, la dehesa y el sector del regadío.

El socialista acudirá hoy con este mismo leitmotiv, de más Andalucía y más campo es más Europa, al Comité de las Regiones, donde también se encontrará con el responsable comunitario de Agricultura, Dacian Ciolos. Aunque todavía no queda claro cuál será el trozo de tarta que vaya para el campo en las próximas perspectivas financieras, el comisario rumano y países protectores de la PAC, como Francia o España, ya empiezan a asumir que será difícil mantener el peso actual, más de un 40%, y caerá hasta ser un tercio del presupuesto comunitario.


Una reunión que llega con retraso
- Buena sintonía. El presidente andaluz aseguró que Durao Barroso y él coincidieron en un presupuesto suficiente para las políticas que defienden más integración, como la PAC o las de cohesión.
- Control. Griñán insistió en que el problema del campo andaluz no es de ayudas, sino de una caída de la renta de los agricultores, por lo que es vital que se implementen las medidas necesarias para que funcionen el control de los precios o de las fronteras.
- Encuentro tardío. La entrevista de José Antonio Griñán con el presidente de la Comisión Europea se produce casi dos años después de que el máximo mandatario andaluz accediera a la Presidencia de la Junta. Y tres meses depués de que el presidente del PP-A, Javier Arenas, se reuniera en Bruselas con Durao Barroso.
- Gran impacto. Asaja calcula que Andalucía puede dejar de recibir 1.200 millones de euros de ayudas de la PAC en el nuevo horizonte financiero europeo.