Cuatro horas ante la embajada

Madrid- «Soy española casada con un francés, competí en judo en los Juegos de Barcelona y esto es una auténtica vergüenza. Mi suegra está enferma y es que no quiero ni llamarla. Esto es pura envidia de los franceses». Así de contundente se dirigió una señora a Javier Garrido, la persona encargada de conducir un camión con pantallas LED que circuló ayer por la capital desde las nueve de la mañana hasta las seis de la tarde con el fin de hacer llegar a los franceses los mensajes de miles de españoles orgullosos de los deportistas nacionales. A través de la web www.ganamospor.es, los usuarios de la red social Twitter podían escribir su opinión sobre los vídeos de Canal Plus de Francia. Ésta aparecía a tiempo real en las pantallas del camión contratado por la agencia BTOB. El vehículo circuló por las principales calles de la capital, como Gran Vía y la Castellana, y en la embajada de Francia (calle Salustiano Olozaga), en donde permaneció casi cuatro horas. Ciudad Universitaria, el Liceo y el Instituto francés también fueron lugares en donde se reflejó la indignación. «La acogida ha sido espectacular. Todo el mundo me tocaba la bocina y me levantaba el pulgar. La gente está volcada. La frase "que se enteren los franceses lo buenos que somos"ha sido lo que más se ha escuchado», afirmó Garrido.

El marido de Longo, imputado por la compra de EPO
El marido y entrenador de la 13 veces campeona del mundo de fondo en carretera, la francesa Jeannie Longo, ha sido imputado por la compra de EPO. Patrice Ciprelli, que estaba siendo investigado por un presunto delito de tráfico de sustancias dopantes, ha reconocido que compró la EPO sin que su esposa lo supiera y que lo hizo para el consumo personal debido a que sufría numerosos accidentes de bicicleta y que lo utilizaba como reconstituyente muscular. Longo ha sido interrogada como testigo y es la segunda vez en pocos meses que se ve relacionada con un caso de dopaje.