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Conciliación

Compartimentos por Marina CASTAÑO

La Razón La Razón

El cerebro de los hombres es único, está hecho de pequeños compartimentos: uno para el trabajo, otro para el sexo, otro para la mujer, otro para los amigos, otro para el coche… Hay compartimentos por todos lados y no se tocan entre ellos. Cuando un hombre habla de un tema en particular, va a ese compartimento en particular y luego lo cierran con mucho cuidado para que no se contamine con el resto. La cabeza de la mujer es muy distinta, es como una gran bola de cables conectados todos entre sí: el dinero está conectado al coche, el coche al trabajo, el trabajo a los niños, los niños a la abuela… Todo está conectado a todo y todo está manejado por una energía que son las emociones. Esta es una de las razones por las cuales las mujeres tienden a recordarlo todo, porque si se toma un evento y lo conectamos a una emoción se plasma en la memoria y queda grabado para siempre. Lo mismo ocurriría con los hombres, sólo que no tan a menudo porque francamente nada les importa; además, están en posesión de un peculiar compartimento: el que no contiene nada, y es el favorito de ellos. Sí, los hombres tienen la habilidad de no pensar en nada y aún así respirar. Las mujeres no podemos hacerlo, nuestra mente nunca se detiene y no entendemos el compartimento de la nada, es más, nos irrita, pero debemos creerles cuando les preguntamos: «¿En qué estás pensando, cariño?» Y ellos responden «en nada», porque es cierto. Visto lo visto, son perfectamente explicables los conflictos entre los dos sexos, somos tan distintos… Pero estamos condenados a entendernos, así pues, mucha paciencia. Por el lado femenino, claro.