Rumanía
Retenida y obligada a mendigar por las calles de El Escorial
Vivía en Rumanía y, como la mayoría de los jóvenes de su país, quiso venir a España en busca de un futuro más prometedor.
Madrid- Desde allí, unos amigos le recomendaron una pareja de compatriotas que ya vivía aquí y que podrían ayudarla a salir adelante durante un tiempo hasta que encontrara un trabajo y un sitio donde alojarse. Vivían en un pueblo situado al norte de Madrid. La mujer, de 22 años, se fió. Se puso en contacto con ellos y les explicó el día de su llegada. Lo que nunca hubiera imaginado es que desde el minuto uno que pisó la capital acabaría pidiendo en la calle, y no a voluntad propia. Fue víctima de un complot o, a lo mejor, sus amigos de Rumanía no sabían lo que este matrimonio rumano tenía preparado para la chica. Lejos de ayudar a la joven, decidieron que resultaba mucho más rentable que fuese ella la que les «echara una mano» a ellos económicamente. Podrían haber intentado colaborar para que esta chica encontrara un empleo y acordar que les dejara, para arrimar el hombro con los gastos de la casa, un porcentaje del sueldo mensual. Pero parece que desecharon esta idea y encontraron otra que les mucho más eficaz aunque, a priori, no parece que les pudiera aportar grandes beneficios. La obligaron, por la fuerza, a mendigar. Así, la joven se vio día tras día pidiendo en la calle y obligada a llevar a «casa» lo que había conseguido. No podía protestar ni, mucho menos, intentar buscarse la vida por su cuenta. Ahora «trabajaba» para sus anfitriones que, además, la tenían vigilada para que no diera la voz de alarma. Pero hace un par de días este matrimonio, afincado en El Escorial, bajaron la guardia y ella corrió en busca de ayuda. Lo tenía complicado para explicarle a cualquier persona que pasar por la calle su situación ya que no habla una palabra de castellano así que, decidió acudir a la primera institución que pensó, podría ayudarla: el Ayuntamiento. La joven trató de explicar a los agentes de la Policía Local lo que sucedía pero su idioma hacía imposible cualquier comunicación. Los policías decidieron entonces trasladar a la mujer a las dependencias de la Guardia Civil ya que aquí sí cuentan con un intérprete. En el puesto, la joven explicó que un matrimonio residente en la localidad la tenía retenida contra su voluntad y que la obligaba a ejercer la mendicidad bajo el uso de la violencia y de amenazas hacia su familia residente en Rumanía, según informaron ayer fuentes de la Benemérita. Los agentes comprobaron estos hechos y detuvieron a los dos miembros del matrimonio, que responden a las iniciales de V.T. y M.V.T., ambos de 31 años y nacionalidad rumana. Se acusa de los delitos de coacciones, detención ilegal y amenazas, y ya han pasado a disposición judicial.
Según informó ayer la Comandancia de la Guardia Civil, la detención fue posible gracias a la denuncia de la víctima, cuya presencia fue detectada por los agentes de Galapagar la primera semana de octubre. Se baraja la posibilidad de que la llevaran a mendigar por distintos municipios de la Sierra.
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