Guerra abierta por la jubilación de los profesores

«La Administración ha decidido abrir un periodo de reflexión porque nosotros no estábamos dispuestos a perder derechos adquiridos como la jubilación anticipada y hemos visto que una parte del Gobierno ha visto que había que poner un poco de sentido común», explicó Carlos López Cortiñas (FETE-UGT). Esto significa que «todo sigue igual», interpretó; salvo la opción de la jubilación LOE, más ventajosa que la del régimen de las clases pasivas, que se acaba el 31 de agosto de este año, aunque los sindicatos habían pedido que se ampliara hasta 2013. La misma lectura hicieron todos los sindicatos.

Sin embargo, el optimismo duró pocas horas, hasta que el Ejecutivo se apresuró a puntualizar a media tarde de ayer que mantenía su propuesta de elevar a 67 años la edad de jubilación de los funcionarios del régimen de clases pasivas del Estado. El Ministerio de Política Territorial y Administraciones Públicas manifestó a Ep que había abierto un periodo de reflexión con el único objetivo de que cada parte «examine» su posición.

La jubilación de los profesores es un tema espinoso por sí solo. Y es que precisamente una de las reivindicaciones más sentidas por parte de los docentes, más aún que las retribuciones salariales, es que se mantenga la posibilidad de que a partir de los 60 años aquél que no se encuentre con fuerzas suficientes para continuar dando clase, pueda acogerse voluntariamente a la jubilación anticipada con el cien por cien del sueldo tras 30 años trabajados (jubilación LOE) o tras 35 de servicio (la alternativa de jubilación de las clases pasivas).
Tras conocer la respuesta del Gobierno, López Cortiñas anunció ayer que «habrá movilizaciones» si el Gobierno mantiene su propuesta sin que haya negociación.

El presidente del sindicato de profesores ANPE, Nicolás Fernández, interpretó la puntualización del Ejecutivo como una forma de «ganar tiempo» con un tema conflictivo sobre la mesa dada la cercanía de las elecciones autonómicas. ANPE instó ayer al Gobierno y al Ministerio de Educación a elaborar una nueva propuesta. «En este decepcionante final de legislatura educativa, en el que no fue posible lograr el pacto por la educación, con rebajas de sueldo y de plantillas, sin suficiente oferta de empleo público docente y con la supresión de la cofinanciación de importantes programas educativos, el Gobierno no puede renunciar a reconocer las particularidades de esta profesión», dijo ayer el sindicato de profesores.

Bajas laborales
Hasta ahora, al menos el 70% de los docentes de Primaria y el 50% del profesorado en general se acogía a la jubilación anticipada. De hecho, este último año se ha duplicado el número de docentes que se han acogido a esta fórmula. ANPE ya ha alertado del «aumento importante de bajas laborales que se podría producir si no se prorroga la jubilación anticipada para los docentes. Y es que «las personas, en general, a partir de los 60 años, son mucho más sensibles a las enfermedades comunes y profesionales, por lo que las bajas laborales y la consiguiente contratación de docentes sustitutos se incrementará de manera importante», explica ANPE en un informe sobre «Los profesionales de la enseñanza del siglo XXI. Necesidad de nuevos roles profesionales».

El secretario general de FETE-UGT, Carlos López Cortiñas, asegura que «la sociedad quiere que el profesor trabaje hasta los 65 años, pero cuando a los padres les toca matricular a sus hijos en el colegio no quieren que el profesor sea una persona mayor».

En general, los sindicatos del sector educativo opinan que dar clase hoy en día resulta mucho más difícil que hace unos años y el ejercicio de la profesión desgasta. De hecho, uno de cada tres docentes sufre niveles altos de estrés en su relación con los alumnos. Y es que, según una encuesta que realizó FETE-UGT entre 1.300 docentes, más de la mitad dedica un porcentaje de su tiempo de clase a intentar poner orden, y eso hace mella, y el 32% se ha visto intimidado de alguna forma con insultos del alumno, empujones o desconsideraciones.

Pero aún hay más problemas que aprecia ANPE en su informe. Y es que si entre 2012 y 2017 no se permite la jubilación del colectivo docente que vaya llegando a la edad de 60 años, no habrá prácticamente jubilaciones en este sector.