Reformas en Cuba

Seis disidentes están ahora más cerca de sus casas pero sin libertad

La noticia del traslado de los prisioneros de conciencia, dicen sus esposas a LA RAZÓN, las alivia en tanto no tendrán que hacer más los viajes de más de cinco horas para verlos apenas dos; pero la pregunta, añaden, es ¿cómo puede ser significativo o suficiente la decisión del Gobierno si los reos de conciencia seguirán privados de su libertad sin haber cometido delito alguno?

Julia Núlez (d) y Laura Pollán (i), integrantes de las Damas de Blanco
Julia Núlez (d) y Laura Pollán (i), integrantes de las Damas de Blancolarazon

La respuesta a ese interrogante hizo que las Damas de Blanco, esposas y madres de los 75 disidentes encarcelados durante la llamada Primavera Negra de 2003, decidan mantener sus marchas de protesta y no cejar en su lucha hasta que el último de sus seres queridos recupere la libertad que el Gobierno les arrebató.

Los presos políticos trasladados son Félix Navarro, José Luis García Paneque, Iván Adolfo Hernández Carrillo, Diosdado González Marrero, Arnaldo Ramos Lauzurique y Antonio Ramón Díaz Sánchez, todos ellos detenidos durante la llamada Primavera Negra del 2003 y que cumplen penas que oscilan entre los 18 y 25 años de prisión.

Lydia Lima Valdés, la mujer del preso más mayor, Arnaldo Ramos de 68 años, ya no tendrá que pasar un día entero viajando y salir a las 4 de la mañana para poder visitar a su esposo. Esto le alegra, pero «estaría mucho más feliz si el traslado hubiera sido a la puerta de la casa». Similar es el sentimiento que se ha apoderado de Alejandrina García, esposa de Diosdado Gonzales, quien prefiere mantenerse escéptica ante la decisión de los Castro de acercar a su esposo a su provincia de residencia.

«Con este Gobierno todo es impredecible. Quizás cometería un error si digo que se trata de un buen paso, pues lo más seguro es que se trate de una forma de maquillar las condiciones que vivimos los opositores al régimen», comenta.

Desde la provincia de Matanza, Asunción Carrillo, madre de Iván Hernández Carrilo, comenta que si bien es una buena señal que el Gobierno cumpla con el compromiso que asumió con la Iglesia tras la reunión que sostuvo hace más de una semana, esos gestos tienen que concluir en la pronta liberación de todos los presos políticos.

Anoche, un rumor circulaba en la disidencia: que en las próximas horas el régimen trasladaría a los otros 11 presos que aún se encuentran en prisiones alejadas de sus viviendas. Por otro lado, se informó de que se agravó la salud del psicólogo Guillermo Fariñas, quien se mantiene en huelga de hambre desde hace 98 días.