Valencia
Casting de católicos
«Catholic Voices», un programa para formar «speakers» o «portavoces» católicos, personas capaces de hablar con naturalidad en los medios acerca de su fe,realizó el viernes un exigente «casting» en los platós de la Universidad Francisco de Vitoria. Más de 40 candidatos se presentaron, y apenas 12 o 15 serán seleccionadas.
«Me da un poco de pena», admite Isa, una periodista responsable de la prueba de televisión: «Todos los que han venido son gente buena, con fe, que quieren a la Iglesia, pero sólo podemos escoger a los que conectan en TV». ¿Y qué es conectar? «Conectar es que te vea el espectador cuando hace zapping y deje de zappear porque le pareces interesante», define Isa.
Con ella está Nacho, un profesional valenciano que ha formado portavoces para multinacionales y ha venido de Valencia, donde ya examinó a otros 40 candidatos de «Catholic Voices». «Buscamos naturalidad, credibilidad, que hablen de su experiencia. Hemos visto una conversa muy interesante, pero que no se animaba a hablar de su conversión y eso no nos vale. Hay que ser resuelto: en TV si titubeas, el moderador te ignora y pasa a otro contertulio», afirma Nacho. Antes de la prueba de televisión, cada candidato se somete a una entrevista donde se le pregunta por su catolicidad, su itinerario en la fe y algunas preguntas comprometidas en tono hostil: «¿por qué tu Iglesia no permite adoptar a mis amigos homosexuales?», «¿Me iré al infierno si no creo en tu Dios?», «¿Cuántos hijos quieres tener?, recuerda que tu Iglesia te obliga a tener muchos».
Paternidad responsable
LA RAZÓN está presente en las entrevistas de 13 candidatos: casi todos responden sin problemas a las preguntas sobre sexo y familia (con explicaciones muy razonables sobre «paternidad responsable» y regulación natural de la fertilidad). Entre los aspirantes, una ex misionera laica en República Dominicana y tres colaboradoras de las Misioneras de la Caridad de Madre Teresa, una con experiencia en Calcuta. Sin embargo, en vez de hablar de su poderosa experiencia personal entre los pobres, intentaban responder con generalidades teóricas. Un chico del Opus Dei cuenta el testimonio de un conocido suyo, que se suicidó, pero encontró a Dios unos segundos antes de fallecer. Otro explicó cómo dejó las drogas y las relaciones con chicas. Varios tuvieron experiencias místicas de la presencia de Dios. Dos llegaron al catolicismo después de estudiar durante años otras religiones. Un par encontraron la fe en cursillos de cristiandad. Otros están en Jóvenes por el Reino de Cristo, Acción Católica, Regnum Christi, tienen parientes jesuitas o carmelitas, van a diversas parroquias...
Se presenta una actriz, una farmacéutica, una organizadora de eventos, estudiantes de semíticas o ingeniería, un científico del CSIC, un investigador de mercados, una técnica de Vodaphone... «¿Y si te seleccionamos y sales en vídeos en YouTube hablando de la fe y la gente escribe comentarios groseros sobre ti?», preguntan los examinadores. Los candidatos se encogen de hombros. «¡Pues bendito sea Dios!», responde la ingeniera de telecomunicaciones sonriendo.
«Fue como charlar entre amigos», por Miriam Arribas
Mientras iba en el coche de camino al casting, era inevitable que los nervios me recorrieran el cuerpo, pero nada más llegar allí y encontrame con viejos compañeros de trabajo y respirar el ambiente tan bueno que allí había, la tranquilidad se apoderó de mi. En vez de pensar que estaba en un casting, imaginé que estaba en una conversación entre amigos contándoles como vivía la fe, que significa en mi vida Dios, y que pensamientos tengo sobre temas tan delicados como los matrimonios homosexuales. A pesar de la incomodidad de algunas preguntas, supe salir del paso con algo de serenidad y la ayuda de la fe.
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