Valencia
La Guardia Civil no espera encontrar más supervivientes de la patera naufragada
La Guardia Civil no espera encontrar a más inmigrantes con vida de la patera naufragada ayer frente a las costas marroquíes, donde se recuperaron catorce cadáveres, que fueron trasladados hasta Motril (Granada), donde hoy van a ser enterrados una vez finalizadas sus autopsias.
Así lo han señalado hoy la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, y el subdelegado en Granada, Santiago Pérez, que han precisado que, aunque el dispositivo de búsqueda y rescate se da oficialmente por cerrado, la Guardia Civil mantiene su vigilancia en aguas territoriales españolas.
Tanto Crespo como Pérez han destacado la labor desarrollada en las últimas horas por Salvamento Marítimo, la Guardia Civil, la Policía Nacional y Cruz Roja, que "no escatimaron en medios"para que se pudiera actuar rápida y eficazmente ante la "tragedia"en las costas.
Aunque el rescate no se produjo en aguas territoriales españolas, Crespo ha señalado que se decidió actuar por "el deber de auxilio"y ha justificado el operativo en que España cuenta con "muchos más medios"que Marruecos, país con el que hubo un "contacto exhaustivo".
TRAGEDIA AL CRUZAR EL ALBORÁN
Salvamento Marítimo rescató a 18 subsaharianos y localizó los cuerpos de 14 a bordo de una zódiac. Se trata del naufragio con más víctimas en las costas españolas en lo que va de año. 17 rescatados han llegado ya al puerto Motril y otro, en estado crítico, ha sido trasladado trasladado a Alhucemas. El drama de la inmigración ha sacudido, de nuevo, el estrecho que separa a España de Marruecos. Una patera con 35 inmigrantes subsaharianos a bordo desapareció anoche en el Mar de Alborán. La llamada de teléfono del familiar de uno de los tripulantes alertó a Salvamento Marítimo, alrededor de las 14 horas, del peligro que corría la embarcación. Las labores de búsqueda comenzaron una hora más tarde. Sin embargo, alrededor de las diez de la noche, se tuvo que detener la operación por las malas condiciones del mar. «Si no hay novedades, continuaremos la búsqueda a primera hora del jueves», informaron desde Salvamento Marítimo.
A 18 millas de la costa
Así, a los medios aéreos que sobrevolaban la zona en la que desapareció la patera se sumó la patrullera Río Miño, de la Guardia Civil, el avión Sacemar 101, con base en Valencia, y la embarcación Salvamar Hamal, con base en Motril (Granada). El oleaje ha perjudicado las labores de rescate ya que mientras la patera ponía rumbo a las costas españolas, una gran borrasca se instalaba en España. Afecta especialmente a la costa sur. Alrededor de las 15:00 horas, uno de los medios aéreos localizó la zódiac de nueve metros de eslora a 18 millas náuticas de Alhucemas.
Aunque uno de los supervivientes aseguró que en la patera viajaban unas 70 personas, desde Marruecos se asegura que la embarcación llevaba como máximo 35 subsaharianos. Así, el balance por el momento es de 18 personas rescatadas con vida –15 hombres y tres mujeres– y 14 cadáveres localizados –11 hombres y tres mujeres– . «Desde ayer ya veíamos que el número de inmigrantes era muy abultado», apuntan. Los primeros datos descartan que entre los inmigrantes que intentaron cruzar el Estrecho se encontrara algún menor. La mayoría de los localizados con vida estaban en el agua cuando les rescataron porque la patera, por el mal estado de la mar, estaba casi hundida.
Como indica Salvamento Marítimo algunas necesitaron «asistencia médica urgente». Cruz Roja ha confirmado a LA RAZÓN que tanto las víctimas mortales como los rescatados se han trasladado a Motril (Málaga), donde llegaron pasadas las once de la noche. Una de las mujeres rescatadas presentaba síntomas de hipotermia grave, agotamiento, y pánico, y se encuentran «en estado de shock» tras más de 36 horas a la deriva en una embarcación de goma, como apunta Ep. En principio, el destino de los inmigrantes rescatados era Alhucemas. Sin embargo, al final han preferido trasladarlos a suelo español. Sólo un varón, en estado grave, ha regresado a Marruecos.
Almería, el objetivo de esta embarcación, es uno de los destinos a los que más pateras llegan a lo largo del año. Lo malo es que para alcanzar su costa se deben superar las corrientes que se crean en la zona del Estrecho y que, en muchas ocasiones, son mortales. Juan Antonio Miralles, portavoz de Almería Acoge, insiste en que «lamentablemente, este suceso no es nuevo. Durante esta época llegan numerosas embarcaciones a nuestras costas, pero durante este año no se había producido un suceso tan trágico, con un número de muertos tan elevado». La magnitud de esta tragedia, de acuerdo con Miralles, se debe al elevado número de inmigrantes que viajaba a bordo «de la barca, normalmente no suelen ir tantos, aunque depende de la ruta que deciden tomar». Todos los años se repiten las mismas tragedias aunque, como indican desde Almería Acoge, «con la crisis se redujo un poco la afluencia».
José Miguel Viñas, meteorólogo, insiste en el problema que se crea en este tipo de embarcaciones cuando se juntan varios condicionantes: un elevado número de tripulantes y un oleaje violento no ayudan a realizar la travesía. «Cuando el agua empieza a inundar la embarcación es cuando aparecen los problemas ya que, a pesar de llevar cubos dentro de la patera, es muy difícil achicar todo el agua», explica. Así, el final suele ser trágico. Salvamento Marítimo coincide con el experto y considera que la travesía era de «riesgo crítico» desde su inicio debido a las «precarias condiciones» en las que viajaban, en una zódiac «sobrecargada».
El peor día para desafiar al mar
Los oleadas de inmigrantes que se juegan la vida por alcanzar nuestras costas no es un fenómeno nuevo. La tragedia se repite cada cierto tiempo. El estado de la mar juega un papel primordial. «Si hubieran intentado cruzar el Mar de Alborán el martes, su viaje no habría sido tan mortal porque el miércoles por la noche el tiempo dio un viraje total. Entró a dominar el viento de Levante y se pudieron alcanzar olas superiores a los tres metros», explica el meteorólogo Juan Miguel Viñas. Otro de los motivos por los que es difícil sobrevivir a esta travesía es el frío. «Las corrientes atlánticas disminuyen la temperatura en el Estrecho y si una patera se hunde, sus tripulantes pueden morir por hipotermia».
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