Londres
«Sólo nos une el rechazo a Mubarak»
Mohamed Shawky podría estar ahora mismo en la barra del bar de International House, una residencia estudiantil para extranjeros en Manhattan. Sin embargo, este egipcio de 29 años se encuentra en la plaza Tahrir, en el centro de las protestas contra el régimen de Mubarak, jugándose el tipo en una revuelta que corre el riesgo de acabar sofocada en un baño de sangre.
El miércoles por la mañana, Mohamed decidió abandonar su beca de cine en la Universidad de Columbia y subirse en el primer avión hacia El Cairo. Se tiró a las manifestaciones desde el avión, sin concederse más descanso que una apresurada ducha en casa de su hermana. «No soy yo solo. Otros amigos han hecho lo mismo. Han venido desde Londres o París. La incertidumbre es enorme y estamos asustados, pero el país necesita un cambio».
Se trata de la cara más romántica de una revuelta popular impulsada por un grupo de jóvenes con formación universitaria e inquietudes políticas. La mayoría de ellos están en las antípodas de las corrientes del fundamentalismo islámico. El Movimiento 6 de Abril, coordinado a través de Internet, fue el resorte que hizo saltar las frustraciones de un país que lleva varias décadas sometido por un régimen en cuyos calabozos se cometen todo tipo de torturas. «Queremos un país democrático y los mismos derechos que los ciudadanos de otros países».
Totum revolutum
Luego, como en todas las revoluciones, se han ido uniendo otros grupos descontentos, entre ellos los ilegalizados Hermanos Musulmanes quienes, por cierto, en un primer momento no quisieron participar. El clamor popular también ha atraído avalanchas de jóvenes violentos, marginados por una sociedad que no les ofrece oportunidades. Pero también madres laicas, clérigos radicales, miembros de las minorías cristianas, abuelos con ideas comunistas... «El problema que tenemos ahora es que somos demasiado diferentes. Sólo compartimos el rechazo a Mubarak, pero no sé cómo conseguiremos ponernos de acuerdo cuando acabe su régimen», admite Shawky.
Anti Mubarak
- Forzar la salida inmediata de Mubarak tras 30 años en el poder.
- Sólo así la oposición aceptará dialogar sobre la transición política con el vicepresidente Suleiman.
- Mohamed El Baradei, por una parte, y los Hermanos Musulmanes, unidos recientemente a la revuelta que dura ya 11 días, por la otra, pretenden liderar la transición.