Sevilla
El PP cerca a Rubalcaba con el «caso Faisán» y le acusa de creerse impune
Gil Lázaro: «Es un caso abierto para su vergüenza y su desgracia»
Primera sesión de control al Gobierno, tras un mes de vacaciones parlamentarias. Mariano Rajoy ha vuelto a elegir el paro como argumento de desgaste del Gobierno. Pero los datos que cruza con el presidente Zapatero, y las palabras que se intercambian ambos han sido tan reiteradas que la atención volvió a centrarse en el vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba. El hombre más poderoso del Gobierno sigue en el centro de la diana sobre la que el PP lanza todos sus dardos. Cuatro preguntas tuvo que responder de los populares. Una de Soraya Sánez de Santamaría sobre recortes en el Estado del Bienestar y situación de las clases medias, otra de Alberto Garre sobre el ataque al consejero murciano de Cultura y la actuación del delegado del Gobierno, una más de Ricardo Tarno sobre el caso Matsa y la reciente sentencia del TSJA y una última, las más esperada, de Gil Lázaro sobre el caso Faisán y el chivatazo al aparato de extorsión durante la negociación con la banda terrorista en 2006. Las tres primeras las sorteó con la máxima «la mejor defensa, un buen ataque». Y así fue como se mofó de Santamaría y su preocupación por las clases medias: «La tarde del domingo, noté a las clases medias alborozadas, contentas y satisfechas mientras desgranaban una tras otra las propuestas que ustedes les habían dejado encima de la mesa el el fin de semana. Las noté saciadas». Fina ironía para insinuar falta de contenido de la convención del PP en Sevilla.
La popular no se arredró y tras retahilar una tras otra todas las medidas con las que el Gobierno ha «machacado» a las clases medias, acusó al Gobierno de ser el principal enemigo del Estado del Bienestar.
El gesto tornó en el vicepresidente cuando llegó el turno de Gil Lázaro, no porque desconociera los derroteros por donde iba a discurrir la pregunta, sino porque en el llamado caso Faisán se ha producido un punto de inflexión con la decisión judicial de no archivar la causa. Si había pues un día en el que estuviera justificada la reiterada pregunta que Gil Lázaro viene haciendo desde el 14 de octubre de 2009, ese era el de ayer. Pero al PSOE le hizo mucha gracia porque nada más dar la palabra la presidencia al diputado popular no dejaron de escucharse carcajadas. Gil Lázaro no se anduvo por las ramas: «La apertura del sumario supone un triunfo del Estado de Derecho frente a las maniobras turbias de determinados políticos, como usted, acostumbrados a la prepotencia, la manipulación y la mentira que se creen que su poder les hace impunes. Caso Faisán, caso abierto para su vergüenza y para su desgracia». La sonrisa desapareció de la cara de Rubalcaba, para quien la explicación a tanta pregunta del PP sobre el Faisán está en que la lucha contra el terrorismo «no sólo va muy bien, sino que va mejor que nunca». Luego recordó que «todos los presuntos afectados por esta operación fueron detenidos, encarcelados, procesados y están a la espera de juicio oral». La pregunta del popular seguía otras treinta y tantas que sobre el mismo asunto ha formulado ya a Rubalcaba en el Congreso. La diferencia es que la de ayer se producía tres días después de que el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz rechazara la petición de la Fiscalía de que se archivara este caso. «La justicia podrá llegar ahora hasta el final y yo seguiré pidiéndole explicaciones y exigiéndole responsabilidades políticas». Lo hará, sin duda.
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