El escolta de Camps declara que le pidió 200 euros para pagar en Forever Young

VALENCIA- El que fuera escolta de Francisco Camps y la persona que ejerció como su chófer durante sus años como presidente de la Generalitat Valenciana ratificaron ayer la versión exculpatoria al declarar que fue el jefe del Consell, y no la trama Gürtel, quien pagó los trajes por los que ahora se sienta ante el Tribunal acusado de cohecho impropio pasivo. De hecho, según el guardaespaldas, Camps le pidió prestados «más de 200 euros» durante una visita a la tienda de Forever Young en el verano de 2008. Según el relato de los hechos del policía, el entonces presidente del Gobierno valenciano entró al establecimiento y, minutos después, regresó al coche oficial para preguntarles si podían prestarle algo de dinero, pues no tenía suficiente para pagar. Transcurrido un tiempo, Camps regresó con un par de portatrajes que dejó en el maletero.

Ni al conductor ni al escolta, que ha trabajado para cuatro presidente autonómicos, les extrañó la petición. No era la primera vez, pues «jamás pagaba con tarjeta de crédito», una actuación que, según Camps, responde a la transparencia, ya que de este modo nadie podía pensar que sufragaba sus gastos personales con dinero público. Una historia que corroboró el chófer, hoy todavía al servicio del expresidente.

Así comenzaba ayer la recta final del juicio por el «caso de los trajes» en el que están imputados Camps y Ricardo Costa, ex secretario general del PP valenciano y todavía diputado en Les Corts. Una decena de testigos llamados a declarar a petición del abogado del ex jefe del Consell, Javier Boix, fueron pasando por la sala y apuntalando la versión de la defensa.

La de ayer fue también una jornada en la que salieron a relucir los contratos con Orange Market, concretamente los correspondientes a la promoción de la regata Volvo Ocean Race que partió de Alicante, los relativos a la organización del «stand» valenciano en Fitur y el de la producción de un vídeo promocional de un hospital valenciano.

El primero en someterse al interrogatorio fue el entonces secretario autonómico de Sanidad y actualmente conseller del ramo, Luis Rosado, que negó trato de favor a la empresa investigada. Aunque la acusación popular trató de que explicara por qué existían cuatro facturas por el mismo concepto, el testigo desmintió que se llevara a cabo cualquier ilegalidad, tal y como expresaron durante toda la mañana el resto de declarantes. La presencia de Orange Market en las adjudicaciones era «ínfima», dijo, y además existían auditorías internas y externas que velaban por la legalidad de los procesos de adjudicación.

Los empleados de la Administración defienden la transparencia
«No se fraccionaron contratos para evitar un proceso de adjudicación pública»
Luis Rosado
Conseller de Sanidad

«Contratamos conforme tocaba (...) La Sindicatura de Cuentas no lo cuestionó»
Alfonso Bataller
Alcalde de Castellón

«Sabía que (Orange Market) había trabajado para el PP y que lo hacía bien»
Arantxa Vallés
Promoción de la Comunitat

«La empresa (de Álvaro Pérez) era solvente y la más barata»
Vicente Farnós
Directivo de Castelló Cultural