Barcelona
Cuatro clásicos para decidir tres títulos
En 1916, Real Madrid y Barcelona se enfrentaron cuatro veces en 20 días. Todas, en el Campeonato de España. Aquel precedente está a punto de repetirse en su máxima expresión. A partir de mañana, la historia se repetirá por primera vez, aunque la trascendencia será mucho mayor. Habrá tres títulos en juego, la Liga, la Copa del Rey y la Liga de Campeones.
En juego mucho más que una temporada y una audiencia estimada superior a los 400 millones de personas en todo el planeta. Sin precedentes similares, nadie es capaz de valorar las consecuencias que puede tener para el perdedor este maratón de clásicos. Serán cuatro «partidos del siglo» con tres títulos en juego. Lo nunca visto.
La rivalidad entre Real Madrid y Barcelona vive uno de los momentos más intensos desde su nacimiento. Los azulgrana están instalados en la cima del fútbol mundial con un juego que enamora y una plantilla formada en La Masía que ya lo ha ganado todo, incluido un Mundial y una Eurocopa con la Selección española. Para contrarrestar esta superioridad, Florentino Pérez contrató a José Mourinho. La misión no era otra que acabar con la supremacía barcelonista. Y ha llegado el momento de cumplir con esa misión.
De momento, el luso ha hecho casi todos sus deberes. Ha conducido al Madrid a sus primeras semifinales de la «Champions» en ocho temporadas –el Barça lleva cuatro consecutivas y un total de cinco en los seis últimos años– y a su primera final de Copa del Rey en siete cursos. Si el duelo en los banquillos promete ser apasionante, no menos atractiva será la lucha de estrellas entre Leo Messi y Cristiano Ronaldo.
Ambos han copado todos los premios individuales en las últimas temporadas y están alcanzando unas cifras goleadoras superlativas. La «Pulga», por ejemplo, batió en Donetsk el récord histórico del fútbol español tras anotar su gol número 48 de la temporada. «CR7» lleva 40. Por premios, títulos y goles, el argentino es ahora el mejor jugador del mundo, pero lo que pueda pasar en estos cuatro choques podría cambiar el status quo del fútbol mundial a nivel individual.
El primer clásico será el de Liga y se disputará mañana en el Santiago Bernabéu. Será un aperitivo de lo que vendrá luego, ya que es el menos trascendente de los cuatro. El equipo blanco buscará vengarse del humillante 5-0 que encajó en el Camp Nou. El Barça llega con ocho puntos de ventaja en la clasificación y, aunque un triunfo madridista pondría algo de emoción a la recta final de campeonato, el título es ya casi azulgrana.
Guardiola está aplicando la misma rutina que en sus dos visitas anteriores al coliseo madridista, ambas saldadas con triunfo (2-6 y 0-2), y ayer dio fiesta a sus jugadores, que volverán esta tarde a entrenarse. Mourinho, en cambio, dirigió ayer al mediodía una sesión de recuperación. Ambos comparecerán hoy ante los medios. Será cuando el partido realmente empiece a jugarse. Mourinho hablará primero. El técnico azulgrana no lo hará hasta última hora de la tarde.
Todo o nada
La segunda cita entre los dos «grandes» del fútbol español ya adquiere tintes definitivos. Será la final de la Copa del Rey en Mestalla. El próximo miércoles se coronorá el primer campéon de la temporada tras un partido que puede marcar positiva o negativamente a cualquiera de los dos equipos. Así como en Liga el Barça parte con clara ventaja, el choque copero no tiene favorito.
El Madrid llega confiado y en un buen estado de forma. Está luchando hasta el final en todas las competiciones, cosa que no ocurría hacía muchísimos años y tiene a todas sus estrellas disponibles tras la recuperación del «Pipita» Higuaín. Son las bajas lo único que genera alguna duda en el Barcelona. Las ausencias de Puyol y Abidal en defensa han dejado a Guardiola cojo en la retaguardia. No tiene ningún jugador con la velocidad del francés o del capitán, por lo que la defensa azulgrana ha perdido solidez.
Mascherano podría ocupar el centro de la defensa, como ocurrió en Donestk. En Valencia, además, hay que añadir el «factor portería». Valdés atraviesa uno de los mejores momentos de su carrera, pero Guardiola podría seguir apostando por Pinto, el titular de Copa. La decisión ya está generando un intenso debate en Barcelona.
Y como los últimos serán los primeros, lo mejor queda para el final. Toda una semifinal de la Liga de Campeones pondrá la mejor guinda posible al aluvión de clásicos. El Barcelona partirá con la ligera ventaja que se ganó en el sorteo, la cual determinó que la vuelta se disputaría en el Camp Nou. El enfrentamiento europeo puede elevar las cotas de la rivalidad entre ambos a categoría de legendarias. Será la cuarta vez que se vean las caras en Europa.
El saldo es favorable a los blancos: 2-1. El gran objetivo azulgrana para este duelo es recuperar definitivamente a Puyol. El director general del Real Madrid, Jorge Valdano, ha resumido como nadie la que se avecina: «Todo el mundo es consciente de que nos esperan cuatro partidos extraordinarios, fascinantes y que van a hacer un ruido tremendo».
El Barça busca su tercera victoria
Si el Barcelona gana en el Bernabéu, conseguirá una marca que no ha logrado nunca: tres triunfos consecutivos en el estadio de su rival. Desde que llegó Guardiola, el Barcelona sólo sabe ganar al Real Madrid. En la temporada 2008/09 llegó el 2-6 que coronó la temporada más grande en la historia del Barcelona. El «séptimo título» de Laporta. El año pasado se impuso por 0-2. Guardiola ha ido derribando marcas desde que se hizo cargo del equipo y ésta podría ser una más. Tres victorias consecutivas contra tres entrenadores diferentes.
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