
Damasco
Crímenes contra la humanidad en Siria
La ONU denuncia ejecuciones sumarias, arrestos arbitrarios y torturas

NUEVA YORK/ISLAMABAD- Las Fuerzas de Seguridad sirias han cometido crímenes contra la humanidad al reprimir las manifestaciones pacíficas. Según las conclusiones de la comisión de investigación sobre Siria ordenada por la ONU, los crímenes contra la humanidad se cometieron además con la aprobación de las máximas instancias del régimen y sin importar si las víctimas eran niños o adultos. «Las pruebas reunidas por la comisión muestran que militares y fuerzas del orden sirias han cometido violaciones flagrantes de los derechos humanos, desde el comienzo del movimiento de protesta en marzo de 2011», declaran los tres expertos designados por la ONU. Desde el comienzo de las protestas, el pasado marzo, unas 3.500 personas han fallecido, incluidos 256 niños.
Varios testigos declararon a la comisión que «niños, sobre todo varones, fueron asesinados o quedaron heridos por palizas o disparos durante manifestaciones en varios lugares del país», denuncia la comisión, presidida por el brasileño Sergio Pinheiro. El texto recoge testimonios de menores varones sometidos a torturas sexuales en centros de detención y en presencia de adultos o de familiares, a los que a su vez se torturaba con electrochoques en los genitales y otros actos aún más bárbaros. La comisión de la ONU, que presentará el documento de 39 páginas ante el Consejo de Derechos Humanos de la organicación, no pudo contrastar esta información con fuentes del Gobierno sirio, puesto que Damasco les denegó el acceso.
La misión de Siria ante Naciones Unidas emitió ayer un comunicado en respuesta al texto. «Siria se opone a las políticas de ocupación y hace responsable de la violencia a operaciones terroristas llevadas a cabo por grupos armados que se encuentran fuera de la ley. Los mismos han incitado a una guerra civil», asegura. En cambio, en el informe de Naciones Unidas se asegura que las fuerzas sirias han utilizado francotiradores y tanques para frenar las manifestaciones, que en su mayoría han sido pacíficas. Incluso, se han elaborado «listas negras» con nombres de personas buscadas por las autoridades.
«Una declaración de guerra económica»
Mientras la comunidad internacional dejó ayer al descubierto la brutalidad del régimen de Asad, el Gobierno sirio alzó su voz como si nada estuviera pasando dentro de sus fronteras. El ministro de Exteriores, Walid Al Mualem, calificó las sanciones económicas de la Liga Árabe como una dureza sin precedentes, como «una declaración de guerra económica».
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