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Laporta «operación maquillaje»

Cuando Joan Laporta accedió a la presidencia del Barcelona en 2003 se encontró con un club casi en quiebra. Siete años más tarde, la situación no es tan delicada como entonces,pero no le va a la zaga. A pesar de los intentos de la junta saliente por «maquillar» los números, el resultado de la auditoría de cuentas, encargada por la propia directiva de Laporta deja poco lugar para las dudas.

Laporta felicita a Rosell en su toma de posesión
Laporta felicita a Rosell en su toma de posesiónlarazon

El pasado ejercicio se cerró con 77,1 millones de euros de pérdidas. Una cifra muy distinta a los 11,1 millones de beneficio anunciados por Joan Oliver y Xavier Sala i Martín días antes de abandonar el club.La auditoría de Deloitte, firma encargada de analizar las cuentas del Barça durante los últimos siete años, no admite grises. «Las cuentas no reflejan la realidad fiel del club», subrayó Xavier Faus, vicepresidente económico del club azulgrana y encargado ayer de dar a conocer los resultados de la auditoría. Nueve salvedades o incertezas apuntadas por Deloitte han dado un giro radical a los números presentados por la junta saliente. Los 445,5 millones contabilizados como ingresos de explotación se han visto reducidos a 408,9. Y de los 428,7 millones de gastos se ha pasado a 477,9. Así que el resultado de explotación ha pasado de positivo a claramente negativo.Según Faus, la situación es «delicada, pero no hay que encender las alarmas. Nos vamos a apretar el cinturón y sacar esto adelante». Para el vicepresidente azulgrana, «la junta saliente creía en un modelo de excelencia deportiva no sostenible; nosotros queremos mantener lo que funciona, la excelencia deportiva, pero la queremos hacer sostenible».Las principales discrepancias contables surgen a raíz del contrato con Mediapro y de la sentencia de Sogecable. Aunque también la venta de una parcela en Sant Joan Despí y la compra de otra en Viladecans han derivado en millonarias diferencias en las cuentas del club entre la junta saliente y las auditadas. «Nosotros aplicamos un principio de prudencia que otros, de manera muy respetable, no han hecho», explicó Faus.Uno de los aspectos más a tener en cuenta de cara al futuro es el hecho de que con la reformulación de las cuentas, el balance en los siete años de mandato de Laporta arroja unas pérdidas de 46,5 millones. Al no haber tenido que avalar, a pesar de existir una sentencia que sí obliga a la junta anterior a avalar y que está recurrida ante el Tribunal Supremo, no se puede pedir la ejecución de dichos avales, pero existe la posibilidad de que el club denuncie a la junta saliente para que se haga cargo de las pérdidas. «Es una situacion que estudiaremos en reunión de la directiva, aún no se ha hablado», desveló Faus.Las enormes diferencias entre las cuentas presentadas por el club y el resultado de la auditoría no fueron valoradas por Faus, que evitó hablar de trampas o mentiras, pero que admitió que «una operación de maquillaje» de las cuentas es lo que «más se aproxima» a lo sucedido. La auditoría refleja una deuda neta de 442 millones de euros, la más alta de la historia del club. En 2003 era de poco menos de 300 millones, una cifra que se había equilibrado en los primeros años de mandato de Laporta, pero que se ha disparado en los dos últimos, coincidiendo con la dimisión del grupo afín a Ferran Soriano y el cambio en los gestores económicos del club, que podrán defenderse ante los socios en la próxima Asamblea.Y después del Barça, a por la GeneralitatJoan Laporta participará en las próximas elecciones catalanas. El ex presidente del Barcelona confirmó ayer lo que todo el mundo sabía, que formará parte de la candidatura de Solidaritat Catalana per la Independència en los próximos comicios a la Generalitat de Cataluña. Laporta, junto a los otros dos hombres fuertes del partido, Alfons López Tena, ex militante de Convergència Democràtica, y Uriel Bertrán, ex de Esquerra Republicana, anunciaron que el próximo 11 de septiembre se celebrará la asamblea constituyente.