Francia corona a Hollande

PARÍS- El paisaje político francés no sólo ha cambiado de color, se ha dado completamente la vuelta. La arrasadora victoria del Partido Socialista ayer en las urnas deja a François Hollande vía libre para aplicar su programa electoral sin hipotecas ideológicas ni pactos con sus socios ecologistas o incluso con el radical Frente de Izquierdas. Según los primeros datos, el PS cosechó sin problemas la mayoría absoluta rondando los 320 diputados en la futura Asamblea Nacional, lo que por primera vez le otorga un poder hegemónico a todos los niveles. Desde el regional, a las dos cámaras del Parlamento, el Gobierno y la jefatura del Estado. «Los franceses han amplificado los deseos de cambio mostrados la pasada semana. Es una victoria de la izquierda», analizó la primera secretaria de los socialistas, Martine Aubry. El partido que dirige se iza a la cabeza de un bloque de izquierdas que invierte la relación de fuerzas en el espectro político galo, tras unos comicios que marcaron una abstención récord del 44%, Con una veintena de escaños, sus socios ecologistas obtienen por primera vez un grupo propio en la cámara baja mientras los comunistas y radicales del Frente de Izquierdas se conformarán con una decena de diputados. Un mediocre resultado para el movimiento liderado por Jean-Luc Mélenchon, que ayer criticó «la energía de los socialistas» para hacer perder a los candidatos de su coalición. No obstante, la izquierda no alcanza la mayoría cualificada de tres quintos de las asambleas del Parlamento, necesaria para poder aplicar algunas de sus promesas electorales que implican una revisión constitucional como la reforma institucional o el derecho de voto a los extranjeros en las elecciones municipales. La presión de la extrema derecha le ha pasado factura a la UMP que, con alrededor de 220 escaños, pierde un centenar y paga en cierto modo su ambigua postura respecto al Frente Nacional. Por primera vez, la formación ha renunciado a la estrategia del «freno republicano» que hasta ahora compartía con la izquierda y que ha evitado en el pasado la entrada de diputados frontistas en la Asamblea Nacional. La consigna del «ni-ni» (ni apoyo al FN, ni a la oposición contra la ultraderecha) ha hecho aflorar las discrepancias dentro del partido y sobre todo en el ala más dura en cuanto a la posibilidad de tender puentes con sus vecinos más extremos. La formación del ex presidente Nicolas Sarkozy descarta un acercamiento pero para algunas figuras ambos partidos, aunque ideológicamente incompatibles en muchos aspectos, aseguran compartir valores. Un primer paso, según algunos analistas, para posibles futuras alianzas. Tras la doble derrota electoral, la UMP se enfrenta a una imperiosa e inevitable renovación. Aunque larvadamente, las luchas internas por la dirección ya han comenzado entre el secretario general, Jean-François Copé, y el ex primer ministro François Fillon. Ambos con la mirada puesta ya en las presidenciales de 2017. Tienen hasta el congreso de otoño, que deberá además alumbrar una nueva orientación a fin de reconquistar al electorado perdido. La ultraderechista Marine Le Pen fue la otra gran ganadora de estas elecciones legislativas. Revigorizado por el éxito de las presidenciales, su partido regresa con al menos tres diputados a la Asamblea Nacional en la que entró por última vez en 1986. Entre ellos, Marion Maréchal-Le Pen, sobrina de Marine y nieta del fundador Jean-Marie Le Pen. La líder del FN perdió por unas décimas en un disputado duelo frente a un candidato socialista pero su estrategia de modernización y saneamiento del partido ha fructificado. «Seremos una alternativa creíble al Partido Socialista"se felicitó Marine Le Pen.

Marion Le Pen, la diputada más joven
No sólo es el orgullo de su abuelo. Con 22 años, Marion Maréchal-Le Pen es también la diputada más joven de la historia de la Asamblea Nacional francesa. Y la nueva estrella de los medios galos. La «nietísima» ha ganado la apuesta de Jean Marie Le Pen que la apadrinó como candidata para lavar el honor del Frente Nacional en una controvertida circunscripción. Junto con su tía Marine, presidenta del FN, encarna la modernización y el relevo generacional dentro del partido aunque finalmente no podrán compartir hemiciclo tras la ajustada derrota de la ex candidata presidencial.