Bruselas
El tribunal de La Haya avala la secesión de Kosovo
EE UU y Rusia han reaccionado desde sus posiciones previas: alegría en la Casa Blanca, rechazo en el Kremlin.
La Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya, ha avalado indirectamente la declaración unilateral de independencia de Kosovo al considerar que no atentaba contra el derecho internacional.El dictamen responde a una pregunta remitida por la Asamblea General de la ONU, que buscaba aclarar «si se ajustó al derecho internacional» la secesión de la provincia serbia.Kosovo se convirtió en un protectorado internacional en junio de 1999, después de una violenta campaña de limpieza étnica llevada a cabo por las fuerzas serbias del entonces presidente Slobodan Milosevic que fue detenida, mediante bombardeos aéreos, por las fuerzas de la OTAN.Tras la intervención militar aliada, Belgrado perdió el control efectivo del territorio, pero nunca renunció a él, ni siquiera después de la democratización de Serbia.Ayer, el tribunal de la ONU llegó a la conclusión, por diez votos a favor y cuatro en contra, de que la declaración unilateral de independencia por parte de las autoridades kosovares «no violó el derecho internacional». Tras una hora y media de lectura, el presidente de la instancia judicial, Hisashi Owada, leyó la conclusión que, pese a no tener carácter jurídicamente vinculante, sí tendrá gran repercusión política, ya que puede impulsar a más países a reconocer al nuevo Estado. La Unión Europea, que se ha implicado decididamente en la estabilización y transformación de Kosovo en un Estado democrático y multiétnico, se encuentra profundamente dividida sobre la cuestión del reconocimiento.Así, cinco países comunitarios –España, Grecia, Eslovaquia, Chipre y Rumanía– no lo han reconocido porque lo consideran un precedente desestabilizador y contrario a la legalidad internacional. Pero según el tribunal, «no hay norma en el derecho internacional que prohíba la declaración de independencia», por lo que Kosovo no violó ninguna ley en su proclamación: «La asamblea de Kosovo tenía poder para tomar decisiones que afectarán a su orden legal y actuó conforme al marco constitucional», apuntó Owada en la lectura de los fundamentos de derecho.No obstante, la Corte puntualiza que «la declaración de independencia del 17 de febrero de 2008 debe ser considerada en el contexto que llevó a ella», lo que significa que se trató de un caso muy singular. Señala asimismo que la declaración tampoco contravino la resolución 1244 de 10 de junio de 1999 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, por la que se desplegó una presencia militar internacional y el territorio se convirtió en un protectorado de facto, en espera de la negociación de un estatuto definitivo.De momento, las reacciones de los protagonistas no permiten pronosticar cambio alguno. La ONU y la soberanía de YugoslaviaEn la resolución 1244, del 10 de junio de 1999, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas precisó que las posibles soluciones que se dieran a la grave situación que entonces existía en Kosovo debían respetar el principio de la soberanía e integridad territorial de la República Federativa de Yugoslavia y los demás Estados de la región, expresado en el Acta final de Helsinki y en el anexo 2 de la misma. Ese anexo indica en su punto octavo «que los acuerdos a los que ha de llegarse para lograr una solución a la crisis de Kosovo deben tener en cuenta el acuerdo de Rambouillet y los principios de soberanía e integridad territorial de la República Federativa de Yugoslavia».
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