Historia
Insultos entre seguidores y detractores de Franco en el Valle de los Caídos
El 35 aniversario de la muerte de Franco estuvo ayer marcado por el tenso enfrentamiento entre sus partidarios y detractores a las puertas del Valle de los Caídos. Unos 40 jóvenes de extrema derecha y más de un centenar de extrema izquierda intercambiaron insultos y cánticos durante casi una hora, pero sin incidentes destacables
Separados entre sí por unos 20 metros –el ancho de la calzada M-600– y con una veintena de antidisturbios y otros tantos guardias civiles impidiendo cualquier incidente, la cosa se quedó en un «enfrentamiento verbal».
A un lado, los falangistas con banderas preconstitucionales cantando el «Cara al sol» y «¡Viva España!». Al otro, grupos antifascistas con enseñas republicanas al grito de «Madrid será la tumba de fascistas» o «Vosotros fascistas, sois los terroristas». Ni unos ni otros recibieron requerimiento de las autoridades para retirar sus símbolos anticonstitucionales, pero no todos tenían la misma autorización para concentrarse.
Mientras los partidarios de homenajear la figura de Francisco Franco y José Antonio Primo de Rivera no contaban con el permiso requerido, el Foro por la Memoria de la Comunidad de Madrid y el Foro Social de la Sierra de Guadarrama, sí contaban con autorización. Estos últimos, ataviados con chalecos reflectantes, llegaron a la una de la tarde en dos autobuses abarrotados junto a un centenar de antifascistas. El presidente de la Federación Estatal de Foros por la Memoria, José María Pedreño, intentó que los más exaltados actuaran bajo el lema «verdad, justicia y reparación para las víctimas del franquismo». No lo consiguió.
Dos horas antes, los monjes benedictinos habían oficiado en la basílica, aunque sin presencia de fieles, el funeral en conmemoración de la muerte de Franco y Primo de Rivera como cada 20 de noviembre. Éste fue el homenaje oficial, porque en el exterior del recinto, unas doscientas personas rezaban por Franco, ante la imposibilidad para acceder al recinto. Como ellos, un goteo incesante de vehículos se sucedió durante toda la mañana, a los que tampoco se les permitió la entrada. La Guardia Civil les comunicaba que sólo se podía acceder a misa, por motivos de seguridad. Incluso la Guardia Civil les comunicó que se tenían que marchar, al no tener autorización. Fuentes de la Delegación de Madrid anunciaron que una treintena de personas podría ser multada severamente por permanecer en el lugar sin autorización.