Buenos Aires

Unos comicios (casi) sin campaña

La victoria de Cristina Kirchner parece tan clara que la oposición se ha rendido

La presidenta, ayer, durante una visita a la provincia de Entre Ríos
La presidenta, ayer, durante una visita a la provincia de Entre Ríoslarazon

Sin apenas campaña, liderazgos fuertes ni propuestas alternativas claras que seduzcan al electorado, Cristina Kirchner emprende su paseo triunfal hacia la reelección, el próximo domingo 23.

Los distintos sondeos previos coinciden en que la presidenta Cristina Fernández, del Frente Para la Victoria, el mayoritario sector centroizquierdista del Partido Justicialista (peronismo), se proyecta para ser reelegida en forma directa con más de 50 por ciento de los sufragios, mientras que el candidato más votado de la oposición rondaría apenas 15 por ciento.

Ya en los comicios primarios realizados en agosto y pese a que la competencia no era entre partidos, Fernández obtuvo poco más de 50 por ciento y segundo fue Ricardo Alfonsín, de la centrista Unión Cívica Radical, con 12 por ciento. Pero las encuestas ubican ahora al socialista Hermes Binner en segundo lugar en la intención de voto.

Las primarias, convocadas por primera vez para designar candidatos únicos de cada partido o coalición, fueron entendidas por la oposición como una oportunidad de definir al mejor posicionado para competir en una eventual segunda ronda con la mandataria. Pero lejos de eso, la instancia fue una gran encuesta que mostró el fuerte respaldo popular que tiene la presidenta Fernández, viuda del ex presidente Néstor Kirchner (2003-2007), y lo lejos que se ubican los rivales. A partir de allí, salvo Binner que creció, casi todos perdieron un poco y acabaron bajando los brazos.

Prohibido hablar mal de Cristina
Basta ver algunos spot de campaña. Alfonsín elige dirigirse a la presidenta y no a sus votantes. Le dice que "probablemente"ella ganará, pero que él "no le cree nada"y que no apoyará un camino para su "reelección indefinida".

El analista político Rosendo Fraga, hizo su evaluación para LA RAZÓN. El director del Centro de Estudios para la Nueva Mayoría remarcó que "el 50 por ciento de ciudadanos que votaron por la oposición en las primarias muestran que hay margen para una alternativa". "La causa por la cual la oposición fracasó está en la falta de un liderazgo unificador y en la incapacidad de gestar una coalición. Espacio para un proyecto opositor hay, lo que no hubo es dirigencia con capacidad de canalizarlo", sostuvo.

Por otro lado, la presidenta se ha vuelto intocable. El discurso crítico hacia Fernández, en este momento resta en lugar de sumar, según el consejo que reciben los candidatos a diputados de la coalición del empresario Mauricio Macri, único líder político que se considera de derechas y actual el alcalde de la capital de Argentina.

Ahora, en estos comicios, sus candidatos a legisladores entendieron que, si quieren reunir votos, deberán eludir hablar contra el gobierno nacional.

Queda por tanto claro que la constelación opositora está a punto de sufrir una debacle electoral. Puede preverse un irreversible ocaso para buena parte de "los valientes"que osaron a presentarse, incluso, es muy probable una reconfiguración del mapa partidario con posterioridad a la elección.

En un país donde casi todos eluden proclamarse de derechas y la mayoría abraza el peronismo es su amplio espectro, cabe pensar si es posible el bipartidismo. Ahora, la oposición tendrá cuatro años para aprender de sus errores y buscar un candidato capaz de enfrentar a los Kirchner.

Apoyo Las curiosas promesas de campaña
De planes faraónicos a insólitas medidas, en Argentina algunos candidatos imparten cátedra de populismo. El postulante de Compromiso Federal, Alberto Rodríguez Saá, impulsa cursos "Policía por un día"y "Criminal por un día"que consiste en acercar "criminales principiantes"a los adolescentes.

El ex presidente y candidato, Eduardo Duhalde, pide la derogación de la pena de muerte, sanción que no rige en la Argentina. En radical Ricardo Alfonsín promete revertir en 20 años el déficit habitacional. Eso implica, por lo menos, la edificación de 175.000 unidades anuales, una marca récord en Argentina.

El Frente de Izquierda enarbola la propuesta más radical: impulsa expropiaciones, el no pago de la deuda externa, la nacionalización de la banca, el petróleo, la minería, la pesca y la gran industria. Por su parte el peronista, Rodríguez Saá, también predica promesas milagrosas: ofrece Wi-Fi gratis en toda Argentina y construir más de 800 kilómetros de autopista.