Así votará la nueva SGAE

-Listas abiertas. No será necesaria la obtención de avales para presentar una candidatura y las listas no estarán bloqueadas, de manera que se podrá elegir a cualquier candidato.

-Ampliación del censo de votantes. «La filosofía de un hombre, un voto no es aplicable a una entidad que gestiona la recaudación de un grupo de personas, pues puede darse la paradoja de que un grupo que no recauda nada condicione lo que se hace con el dinero ajeno», apunta Sabino Méndez, portavoz de la junta directiva. Se ha tratado de ampliar al máximo el número de votantes y para eso se ha tomado como referencia el salario mínimo interprofesional. Aquellos que, al menos, hayan recaudado esa cantidad sumando los cuatro últimos ejercicios se convertirán en electores, es decir, se pasará de los 8. 220 actuales a los 20.881 que figurarán en el censo de la próxima cita electoral. En total son cien mil socios. La junta opina que hay cierta «burbuja» de socios, pues muchos se apuntaban a la entidad como si fuera el registro de propiedad intelectual, a pesar de que nunca han recaudado. «Quizá era una forma de que Bautista pudiera decir que estaba respaldado por cien mil socios». Se calcula que la cifra de aquellos que perciben derechos está en torno a los 50.000.

-Modificación en la representación de los colegios. Son mínimas pero sirva, según los redactores del reglamento, «para lanzar el mensaje de que no son intocables». Audiovisuales gana dos representantes, pues la recaudación de este sector ha crecido notablemente en los últimos meses.

-Supresión del voto por delegación: «Era una forma de pagar favores», comentan desde la entidad, de ahí los «famosos motoristas de Teddy. Al existir el voto por correo no consideran que tenga sentido esta modalidad. Además, habrá mesas electorales en las principales sedes de la entidad, como, Barcelona, Sevilla y Valencia.

- Límites al poder del presidente ejecutivo: Se trata de evitar que sea él el que elija al consejo de dirección. El procedimiento será que la junta designe al consejo y éste al presidente.
n Supresión de la figura del presidente de honor. Este cargo había sido ocupado recientemente por veteranos como Ana Diosdado o José Luis Borau. «Daba lugar a la ambigüedad que hubiera un gestor y luego un gran nombre ocupara la presidencia de honor que tenía una presencia testimonial para ciertas cosas, y, para otras, poder ejecutivo», opina Méndez.

Elecciones para febrero o marzo
Si el nuevo reglamento electoral se aprueba, como es previsible, habrá que esperar el visto bueno del nuevo Gobierno. Al tratarse de una entidad de gestión de derechos de autor sometida al control de Cultura, desde la SGAE calculan que serán los nuevos inquilinos del departamento quienes aprobarán esta reforma en sus estatutos, pues el Ejecutivo en funciones, sobre el papel, sólo debe atender casos de extremo interés público, lo que en la práctica puede traducirse en que no se celebren los comicios hasta febrero o marzo del año que viene.