Atenas

La recaída de Grecia eleva la prima de riesgo de España

La Unión Europea parece decidida a tirar la toalla y reconocer que el rescate de la economía griega, que cumple su primer aniversario, ha sido un sonoro fracaso.

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La Eurozona está pensando en añadir otros 30.000 millones de euros a los 110.000 acordados en un primer momento, ampliar el plazo de devolución más allá de 2014 y reducir el tipo de interés del rescate desde el 5,2% al 4,2% para permitir un cierto alivio a una economía que se arrastra por Europa y que se ha «comprometido» con un imposible: reducir su déficit desde el 15,4% del PIB con el que cerró 2009 hasta el 2,6% en 2014.

Ayer, el bono griego a diez años tenía que ofrecer una rentabilidad por encima del 15% para despertar el interés de los inversores. Como quiera que los problemas de financiación del país se concentran en el corto y medio plazo, el bono a dos años llegó a superar el 25%, según Ap. En una nueva jornada negra, la agencia de calificación de solvencia Standard & Poor's decidió rebajar en dos escalones el rating de la deuda soberana desde «BB-» a «B», y avisó de la posibilidad de nuevos recortes en el plazo de tres meses. Moody's seguirá sus pasos.

División en la eurozona
La posibilidad de un nuevo plan de ayudas para Grecia ha ahondado la división existente entre los distintos países de la eurozona. Alemania y Finlandia se han mostrado reacios a conceder más ayudas para el rescate de más economías periféricas. Timo Soini, líder del partido Verdaderos Finlandeses ha sido contundente en un artículo publicado en «The Wall Street Journal» al calificar de mentira los rescates de Grecia, Irlanda y Portugal, economías a las que considera «arruinadas» y de las que dice nunca serán capaces de ahorrar y crecer lo suficiente para devolver «las deudas que Bruselas les ha endilgado en nombre de su salvación». 

Lo que parece descartada es la salida de Grecia de la disciplina del euro. El comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, aseguró ayer en Madrid que «ningún país va a abandonar la moneda única». Esta posibilidad, que circuló con fuerza en la tarde del pasado viernes, antes de que seis ministros de otros tantos países de la Eurozona se reunieran en «secreto» en Luxemburgo, ha sido tajantemente desmentida por Atenas y por la propia Unión Europea. El propio tratado de la Unión no prevé siquiera este supuesto.

Grecia
La situación en Grecia es casi desesperada. El propio gobernador del banco central del país, Yorgos Provopoulos, ha recomendado al Gobierno que venda más activos y empresas públicas para poder recuperar algo de confianza en los mercados. Un abaratamiento de la financiación facilitaría una mayor actividad económica y permitiría que el Gobierno aumentara los ingresos en concepto de impuestos.

Mientras tanto, el país se prepara para vivir su segunda general de este año –la enésima desde que empezaran las dificultades económicas– mañana miércoles, coincidiendo con la tramitación parlamentaria del plan de recortes y privatizaciones con el que el Gobierno aspira a ingresar más de 75.000 millones de euros hasta 2015.

La tensión se trasladó a la prima de riesgo de España, que ayer se situó por encima de los 220 puntos básicos. Los mayores perjuicios se dieron en la bolsa. El Ibex-35 cayó un 2,02%, por debajo de los 10.400 puntos. Fue el mayor descenso de las grandes plazas europeas, con los bancos en el punto de mira.

El euro sigue su calvario
El euro prolongó ayer su caída frente al billete verde estadounidense en el mercado de divisas alemán, y llegó a hundirse por debajo de los 1,43 dólares, debido a las renovadas incertidumbres sobre el alcance de la crisis de la deuda griega y su contagio a la eurozona. La moneda común europea cayó con fuerza en Fráncfort, desde los 1,4520 dólares a los que se cambiaba en los últimos intercambios del pasado viernes por la tarde. La moneda única europea marcó su mínimo intradía en los 1,4256 dólares, aunque el BCE fijó un cambio oficial de 1,4397 dólares.