Elecciones generales

A conquistar La Moncloa

La Razón
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Los partidos se pusieron de acuerdo hace unos meses para hacer campañas más cortas y menos costosas, convencidos de que es un despilfarro. Pero el anuncio de adelanto va a provocar que los ciudadanos tengamos que padecer una (pre) campaña de prácticamente 100 días. Es decir, más de tres meses de inacción gubernamental, con lo que ello supone en la situación actual, y el mismo tiempo derrochando dinero en mítines, pues necesita darse a conocer entre los votantes socialistas, que lo identifican con la figura que trabaja para que triunfe el protagonista. Para ello, dedica parte del tiempo a recorrer España, de acto electoral en acto electoral, para imbuir en la gente la idea de que es capaz de sacar a España de la crisis con medidas de izquierda; lo contrario a lo que ha hecho quien hasta ahora era su «jefe» en el Gobierno. Puede que convenza a algunos que no se cuestionen porqué no levantó la voz cuando su aún jefe cometía los errores que nos han llevado a los cinco millones de parados, a tener una prima de riesgo al borde del colapso… Rajoy, por su parte, no tiene más remedio que seguir esta dinámica pues de lo contrario sólo Rubalcaba ocupará espacio en los medios. Se dedicará a meter el dedo en el ojo de Rubalcaba recordándole que era la mano derecha del presidente cuando erraba un día sí y otro también y que nunca le oyó cuestionar ninguna de las decisiones ni coger la puerta como sí hicieron otros.