Cerebro de mujer

No existe el cerebro unisex, como siguen sosteniendo las feministas acientíficas. El cerebro de hombres y mujeres es distinto en tamaño, peso y manera de funcionar, pudiendo desarrollar ambos idénticas funciones. Esto no es una opinión sino un dato científico como que el agua es una conjunción de hidrógeno y oxígeno, demostrado hace lustros y que no publicitamos los varones porque ese mecanismo distinto añade un plus de superioridad a la masa encefálica de las féminas. Todo cerebro nace femenino, y sólo tras ocho semanas de gestación puede derivar hacia su masculinización. Los procesos mentales de las mujeres son más largos neuronalmente que los de los hombres, lo que no los hace más lentos sino más elaborados. En las niñas sus capacidades de captación de ideas y gestualidades, y de atención y concentración superan a las de los chicos de la misma edad. La doctora estadounidense Louran Brizendine, neuropsiquiatra y neurobióloga, investigadora en las Universidades de California, Berkeley, Yale y Harvard, ha intentado divulgar éstas y otras muchas cosas en «El cerebro femenino» sin haber logrado atención pese a su feminismo científico. Pioneros de la educación mixta como en países nórdicos vuelven a separar sexos en la escuela pública tras comprobar que las niñas han de adaptarse a la lentitud de los chicos, resultando perjudicadas. Pero ¿ quién le explica esto a Leire y Bibí para quienes la educación es unisex como la peluquería? Ante el tótem de la igualdad éstas sacrificarán hasta la superioridad de las mujeres.